Trump busca designar a los cárteles de México como “organizaciones terroristas”

La propuesta de Trump podría generar fricciones diplomáticas con México y alterar la cooperación bilateral en materia de narcotráfico.

El presidente de EE. UU., Donald Trump, hace un gesto de pulgar hacia arriba después de recorrer una sección del muro fronterizo en Alamo, Texas, el 12 de enero de 2021. Mandel Ngan/Getty.

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha anunciado su intención de designar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas” una vez asuma el cargo el 20 de enero. Esta medida ha causado preocupación en México, que la considera una violación a su soberanía. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, respondió que México “no se subordinara a EEUU”, y subrayó “la importancia de la colaboración sin injerencias”. El País reporta que esta propuesta “podría implicar un cambio en la estrategia de seguridad y relaciones bilaterales entre ambos países”.

La lista de organizaciones terroristas extranjeras es gestionada por el Departamento de Estado de EEUU, y estar en ella trae consecuencias significativas, como la restricción de flujos financieros y mayor persecución. No obstante, altos funcionarios mexicanos argumentan ante El País que “clasificar a los cárteles como terroristas podría desviar recursos de las soluciones reales al crimen organizado, que es movido por lucro, no por ideología”.

La tensión entre México y EEUU en cuestiones de los cárteles se incrementó durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien criticó la unilateralidad de las acciones de EEUU, como la captura de Salvador Cienfuegos en 2020. Bajo la administración de Sheinbaum, se ha puesto el enfoque en lo que en los despachos de México DF denominan “estabilización interna”: Recientemente, se incautaron 1.500 kilos de fentanilo en Sinaloa, en un esfuerzo por mostrar que México “está tomando en serio la lucha contra el narcotráfico”.

Reconocimiento de Maduro

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó este lunes que no asistirá a la toma de posesión de Nicolás Maduro, programada para el 10 de enero en Caracas. Pero en su lugar, enviará una representación oficial, que podría ser encabezada por el embajador de México en Venezuela, Leopoldo de Gyvés, o por otro delegado designado por el gobierno mexicano. Esta decisión representa un reconocimiento tácito de Nicolás Maduro como presidente electo de Venezuela, una cuestión que ha generado controversia internacional y posturas desiguales entre los países latinoamericanos.