Soldados británicos confiesan ejecuciones extrajudiciales durante redadas en Afganistán

Una investigación pública revela sospechas sobre el comportamiento de las SAS británicas en Afganistán, incluidas posibles ejecuciones de civiles y menores.

Unidades de infantería de las fuerzas especiales británicas SAS.
Foto: Classified Chronicles (YouTube).

Un grupo de soldados británicos que formaba parte de las fuerzas especiales en Afganistán ha expresado sus preocupaciones sobre las “redadas nocturnas” realizadas por la unidad UKSF1 durante las operaciones contra los talibanes, que tuvieron lugar entre 2010 y 2013. La investigación pública, ordenada por el Ministerio de Defensa británico (MoD) tras la difusión de un documental de la BBC, examina denuncias de que civiles, incluidos menores de 16 años, fueron asesinados sin representar una amenaza directa. Los testimonios de los soldados, que según confiesan, declararon en secreto “por motivos de seguridad”, apuntan a un patrón de ejecuciones: disparar a personas inmovilizadas o incluso a menores.

El testimonio de un soldado, conocido como N1799, revela que durante una conversación con miembros de UKSF1 se le indicó que “todos los hombres en edad de luchar deben ser asesinados”, independientemente de si portaban armas. Además, según recoge Reuters, el soldado relata que algunos de los ejecutados fueron sometidos a ejecuciones dentro de sus viviendas, incluso cubriéndoles la cabeza con una almohada antes de dispararles. Estas preocupaciones fueron transmitidas por N1799 a oficiales superiores, quienes las tomaron en serio. Sin embargo, la investigación no ha encontrado pruebas directas de que estos actos hayan sido presenciados por otros soldados, porque nadie más ha testificado por ahora.

A pesar de las investigaciones previas por parte de la policía militar sobre las acciones del SAS, el Ministerio de Defensa ha señalado que “ninguna de ellas ha encontrado pruebas suficientes para enjuiciar a los involucrados”. La actual investigación busca determinar si las denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales fueron suficientemente creíbles y si las investigaciones previas fueron adecuadas o encubrieron posibles crímenes de guerra. Como declaró el testigo N1799, aunque siente que hizo lo correcto al denunciar los hechos, “aún le genera malestar haber expuesto la situación”. La investigación, que comenzó en 2023, busca arrojar luz sobre estas graves acusaciones y las posibles responsabilidades del Ministerio de Defensa británico en los hechos mencionados.