El ministro de Hacienda de Guinea Ecuatorial, Iván Bacale Ebe Molina, presentó este lunes la nueva Ley General Tributaria en la Sala de Conferencias de Sipopo. El objetivo de la medida sería, supuestamente, “modernizar y hacer más eficiente el sistema fiscal del país”. La ley, ratificada por el Presidente Obiang Nguema Mbasogo el 19 de noviembre de 2024, entrará en vigor a partir de su promulgación. La normativa anterior, que databa de 2004, se había mostrado ineficaz y obsoleto. Sin embargo, mientras el gobierno celebra los avances, diversos sectores expresan dudas sobre si estas reformas realmente abordarán los problemas estructurales del sistema fiscal ecuatoguineano.
Una de las medidas más destacadas es la ampliación del plazo para la presentación de la Declaración Estadística Fiscal (DEF) de cuatro a seis meses, y la introducción de la Cuota Mínima Fiscal, que impondrá un pago del 1,5% sobre los ingresos brutos semestrales. Estos cambios traerán una bajada de impuestos a las empreasas, lo que genera dudas sobre la transparencia del sistema y sus posibles efectos regresivos. Las reducciones en los tipos impositivos, como la disminución del Impuesto sobre Sociedades del 35% al 25%, y los ajustes en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, podrían beneficiar principalmente a las grandes corporaciones y a aquellos con mayores recursos, dejando al margen a la clase trabajadora ecuatoguineana.
El anuncio de la reducción de aranceles aduaneros busca, en teoría, “aliviar el costo de vida”, especialmente en los productos de primera necesidad. Pero la falta de detalles sobre cómo se implementarán estas medidas genera incertidumbre, y es previsible que la reducción de aranceles podría perpetuar la dependencia hacia las importaciones y el intercambio desigual a largo plazo. Además, si bien el ministro Bacale insiste en que la reforma tiene como objetivo “estimular la economía del país, mejorar la eficiencia fiscal y aumentar la transparencia”, las preocupaciones sobre el control gubernamental y la capacidad de las autoridades para hacer cumplir las nuevas normativas siguen siendo grandes. Sin una fiscalización independiente y sin una garantía de rendición de cuentas, la reforma es vista con escepticismo con el gobierno, que no siempre ha demostrado una gestión transparente.
Régimen poscolonial
La política de Guinea Ecuatorial ha estado históricamente marcada por un fuerte control autoritario del poder. Tras su independencia pactada del Estado español en 1968, el país comenzó una nueva etapa con la promesa de un gobierno democrático, pero rápidamente se transformó en una dictadura encabezada por Francisco Macías Nguema, quien asumió la presidencia con un fuerte carácter autocrático. Su régimen fue responsable de numerosas violaciones de derechos humanos y de una represión brutal de la oposición, lo que culminó en su derrocamiento en 1979.
Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, sobrino de Macías, asumió la presidencia en un golpe de Estado en 1982 y ha mantenido un control absoluto sobre el país desde entonces. Bajo su mandato, Guinea Ecuatorial se ha caracterizado por un régimen de partido único, la falta de libertades políticas y la represión de cualquier forma de disidencia. En los últimos años, el país ha experimentado una notable riqueza debido a la explotación de petróleo en las últimas décadas, pero esta riqueza se ha distribuido de forma extremadamente desigual. Las instituciones gubernamentales siguen siendo altamente centralizadas, con el presidente y su círculo cercano controlando gran parte del poder político y económico.
Socios comerciales
Como es habitual en África, Guinea Ecuatorial también ha mantenido una política exterior orientada a fortalecer sus relaciones con la antigua potencia colonial, con el Estado español en este caso. Sin embargo, en las últimas décadas, ha diversificado sus relaciones comerciales y diplomáticas, estableciendo vínculos más estrechos con potencias emergentes como China e India, lo que refleja un cambio en su estrategia internacional.
En términos comerciales, China se ha consolidado como el principal socio de Guinea Ecuatorial. Según datos del Instituto Nacional de Estadística de Guinea Ecuatorial (INEGE), en 2022, China absorbió el 17,6% de las exportaciones del país, mientras que el Estado español representó el 17,5%. India se situó en tercer lugar con un 9,9%. En cuanto a las importaciones, China también lidera como principal proveedor de Guinea Ecuatorial, con un 19,9% del total en 2022. El Estado español ocupa el segundo lugar con un 14,6%, seguida de Nigeria con un 10,1%.