El comité asesor del Ministerio de Trabajo del Gobierno español ha advertido sobre posibles efectos asociados a la propuesta de elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.184 euros mensuales, el nivel más alto recomendado por los expertos en el Estado español. El informe destaca que “el rápido incremento del SMI desde 2019 ha llevado a una mayor concentración de trabajadores en rangos salariales mínimos”, afectando tanto a empleados cualificados como a aquellos con “menos cualificación”. Creen que esta situación podría complicar “la retención de talento” y lastrar la productividad de las empresas, ya de por sí baja.
El análisis subraya, sin ajustar según la inflación, que el salario mínimo ha crecido un 50% desde 2018, mientras que los sueldos medios en el Estado español han aumentado solo un 12% en el mismo periodo, lo que ha reducido por lo bajo la diferencia salarial nominal entre trabajadores más y menos experimentados. Además, el informe advierte que “el nuevo SMI podría superar los salarios establecidos en muchos convenios colectivos”. Según datos de Eurofound, el 40% de los convenios evaluados en el Estado español contemplan salarios mínimos inferiores al SMI oficial, lo que amenaza su vigencia y relevancia.
Los expertos destacan las implicaciones de esta dinámica, incluyendo “una mayor uniformidad salarial que podría desincentivar el desarrollo profesional y complicar las negociaciones laborales”. Mientras tanto, el Gobierno español defiende la medida como un paso necesario para garantizar “salarios dignos”, pero el informe invita a un análisis más profundo de los efectos a largo plazo en la estructura laboral y económica del estado.