El fascismo es una opción legalizada en las elecciones para todo tipo de instituciones, y parece que las candidaturas de extrema derecha están ganando fuerza, como por ejemplo, en la propia Unión Europea. En 2024 se celebraron las últimas elecciones para el Parlamento Europeo, y hubo un giro claro hacia la extrema derecha. Aunque el Partido Popular Europeo (EPP) de los demócratas cristianos ganó con 188 votos, el fascismo ha incorporado en su agenda y discurso muchos temas que han sido adoptados tanto por ese partido como por los socialdemócratas; en las políticas migratorias, por ejemplo.
La Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) fue la segunda más votada en las elecciones, con 136 escaños, pero tres grupos de extrema derecha lograron una amplia representación en el Parlamento Europeo. En primer lugar, el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), liderado por la italiana Giorgia Meloni. En segundo lugar, el grupo Patriotas por Europa, formado tras las elecciones, en el que participan Santiago Abascal, de Vox; Marine Le Pen, de Francia; y Viktor Orban, de Hungría. Y, en tercer lugar, Europa de Naciones Soberanas (ESN), liderado por Alternativa para Alemania (AfD). Entre las tres coaliciones obtuvieron más votos que el grupo S&D: 187 en total. Así, la extrema derecha institucionalizada sería, en términos absolutos, la segunda fuerza, al concentrar casi un 26% de los 720 eurodiputados.
Si se compara con los resultados de las elecciones de 2019, se puede observar una tendencia general al alza. En el caso del Estado francés, la candidatura de Le Pen consiguió alrededor del 24% de los votos, y cinco años después, esa cifra aumentó al 31,4%. En el Estado español, el apoyo recibido por Vox en las elecciones creció un 50%, alcanzando el 9,62% del total, y el nuevo partido de Alvise Pérez también fue significativo, consiguiendo 800.000 votos. En Austria, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) obtuvo 10 puntos más, llegando al 25,7% y convirtiéndose en la primera fuerza; y de igual manera, en Italia, Meloni dio un salto al primer puesto, obteniendo un apoyo del 28,8%. Finalmente, cabe destacar que en los Países Bajos, el Partido por la Libertad (PVV) no obtuvo representación en 2019, pero en 2024 llegó a ser la segunda fuerza principal con un 17,7% de los votos.
Ex socialdemócratas en ESN
Después das elecciones europeas de 2024, AfD intentó formar un nuevo grupo político denominado Patriotas por Europa (PfE), tras su expulsión del grupo Identidad y Democracia (ID) debido a informes que señalaban simpatías abiertamente nazis dentro de su liderazgo. El 4 de julio de 2024, el eurodiputado checo Ivan David (del SPD, Partido Socialdemócrata Checo) anunció la formación de ESN, que en principio fue una escisión del ID. Aunque el SPD checo decidió no unirse a la nueva formación ultraderechista, que uno de los miembros fundadores del grupo parlamentario europeo más ultraderechista sea un socialdemócrata renegado es significativo.
Más allá de sus rupturas con el ID, la formación de PfE tuvo polémicas varias agrupaciones de otros países, incluidos algunos miembros del partido Reconquête francés y partidos de Polonia, Rumanía y Grecia, que rechazaron unirse debido a la inclusión de la AfD y las tensiones sobre su ideología y liderazgo.