El Futuro de la prohibición de vehículos de combustión interna en la UE: Un desafío para la industria y la clase política

La industria automotriz presiona a Bruselas para suavizar las normativas climáticas ante las sificultades de la transición.

Estaciones de carga para vehículos eléctricos en un parking.
Foto: Getty Images

La industria automotriz europea se ha mostrado cada vez más contraria a la propuesta de la Unión Europea (UE) de prohibir los motores de combustión interna como parte de sus metas climáticas del Pacto Verde Europeo. Gigantes del sector, como Volkswagen y Mercedes, argumentan que “cumplir con los estrictos objetivos de emisiones de CO₂ es complicado”, lo que ha llevado a la Comisión Europea, dirigida por Ursula von der Leyen, a considerar la posibilidad de revisar algunas normativas debido a las dificultades del sector.

Los representantes de la industria piden la eliminación de restricciones sobre los motores de combustión, argumentando que “los vehículos híbridos y de combustión aún son necesarios para facilitar la transición hacia alternativas más sostenibles”. De acuerdo con declaraciones del destacado lobista Eckart von Klaeden recogidas por el diario alemán Der Spiegel, “las políticas actuales impiden alcanzar los objetivos climáticos de forma eficiente”, por lo que aboga por “una regulación más flexible” que permita incluir vehículos híbridos dentro de las metas de emisiones.

Cualquier cambio en las regulaciones podría retrasar la transición hacia “una movilidad completamente eléctrica”. Aunque esto podría aliviar la presión sobre los fabricantes, especialmente los que no han logrado desarrollar vehículos eléctricos accesibles, también podría mantener altos los precios de estos coches, dificultando su adopción masiva. Según la consultora Alix Partners, uno de los mayores obstáculos para la transición a vehículos eléctricos es la falta de modelos asequibles, lo que pone en duda el éxito de la estrategia de “movilidad limpia” a corto plazo.