La Comisión Europea ha solicitado este martes a los Estados miembros de la Unión Europea un incremento significativo de sus aportaciones al presupuesto comunitario para cubrir la deuda del plan de recuperación postpandemia, Next Generation EU. Según un documento al que hace referencia eldiario.es, Bruselas estima que serán necesarios entre 25.000 y 30.000 millones de euros anuales a partir de 2028, lo que representa un 20% del presupuesto actual. La Comisión advierte: “Sin nuevos fondos o recursos propios, este gasto reducirá el margen para financiar otras prioridades como la seguridad, la defensa o la competitividad industrial frente a EEUU y China”.
Entre las opciones planteadas por la Comisión para evitar cargar exclusivamente a los gobiernos, se incluyen el uso de ingresos provenientes de los derechos de emisión de CO₂ y la implementación del Carbon Border Adjustment Mechanism (CBAM), una tasa para productos importados que no cumplan los estándares medioambientales de la UE. Sin embargo, estas propuestas han avanzado poco desde que se plantearon en 2020. El Estado español ha circulado un documento en el que propone duplicar el presupuesto comunitario al 2% del PIB y refinanciar la deuda del Next Generation EU por otros diez años. Sin embargo, la emisión de eurobonos, respaldada por el Gobierno de Pedro Sánchez, enfrenta la oposición de Alemania y los países frugales.
Bruselas también propone una reestructuración del presupuesto comunitario para maximizar el impacto de cada euro gastado. Esto incluye simplificar programas y otorgar “mayor flexibilidad”, aunque esta idea genera suspicacias sobre la posible pérdida de peso de las regiones frente a las capitales y la propia Comisión. El documento subraya que “el status quo no es una opción” y plantea medidas como un Fondo Europeo de Competitividad para apoyar sectores estratégicos y “salvaguardias estrictas sobre el estado de derecho en la asignación de fondos”.