Las elecciones en Alemania han confirmado el crecimiento de la extrema derecha con el ascenso de Alternativa por Alemania (AfD), que ha duplicado sus apoyos respecto a 2021 y se ha convertido en la segunda fuerza política del país. Con más del 20% de los votos, la formación ultraderechista ha superado a los socialdemócratas del SPD y a todas las demás formaciones excepto a la ganadora CDU. Los de Olaf Scholz han caído a su peor resultado histórico, con solo el 16%.
El avance de AfD ha sido especialmente notable en los estados de la antigua Alemania Oriental, donde ha logrado más del 35% de los votos en regiones como Sajonia y Turingia, según los datos del escrutinio. “Este resultado muestra que los ciudadanos quieren un cambio real y rechazan las políticas fallidas del gobierno”, declaró la copresidenta del partido, Alice Weidel. AfD ha conseguido atraer votantes de casi todos los partidos: un 19% proviene de la CDU, un 9% del SPD y un 8% del FDP, según un estudio de YouGov.
El crecimiento de la ultraderecha se produce en un contexto de descontento social, marcado por la inflación, la crisis energética y el auge de la xenofobia. Su discurso, centrado en el rechazo a la inmigración y el euroescepticismo, ha calado especialmente en el electorado masculino y en personas con menor nivel educativo, según los análisis de voto. “El electorado alemán se ha desplazado hacia la derecha de forma clara”, señaló el politólogo Wolfgang Merkel en declaraciones a la cadena ARD.
Este auge de la extrema derecha representa un desafío a la Unión Europeo, al modelo de liderazgo político del país y complica la formación de gobierno. Aunque el bloque conservador de la CDU ha ganado las elecciones, el rechazo tajante a pactar con AfD obliga a buscar una coalición con los socialdemócratas del SPD, que llegan debilitados a las negociaciones. La fragmentación del voto y el ascenso de la extrema derecha perfilan un escenario inédito en la Alemania moderna. Por el momento, la AfD se mantiene fuera, pero logra imponer gran parte de su programa a una derechizada CDU que tendrá que gobernar con unos equilibrios inestables.