La UE acuerda en un plan de rearme y financiación militar conjunta

Los líderes europeos acuerdan medidas para reforzar la industria militar y aumentar el gasto en armamento, con la emisión de deuda común y nuevas inversiones.

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, junto con el canciller electo de Alemania Friedrich Merz.
Foto: @vonderleyen (X)

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea aprobaron este jueves en Bruselas un plan para aumentar la producción y adquisición de material militar, que incluye la emisión de deuda común y la eliminación de restricciones al gasto en armamento. Según la Comisión Europea, el objetivo es movilizar hasta 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años, combinando recursos de cada estado y financiación comunitaria. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, afirmó que “Europa debe invertir en capacidades militares de manera más rápida y coordinada”. La iniciativa supone un giro en la política del bloque, que históricamente ha dependido de la OTAN.

El plan de rearme se enmarca en la guerra en Ucrania y la incertidumbre sobre el papel de Estados Unidos en Europa. El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló que “Rusia representa una amenaza no solo para Ucrania, sino también para Europa”. El Estado francés y Reino Unido han impulsado el debate sobre la seguridad en el continente, incluyendo el posible despliegue de misiones militares en Ucrania. Alemania, por su parte, ha planteado modificar las normas fiscales de la UE para facilitar el gasto en armamento.

El acuerdo fue respaldado por 26 de los 27 Estados miembros, con la excepción de Hungría. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, rechaza la estrategia y afirma que “es la UE la que se ha aislado de Estados Unidos, China y Rusia”. En paralelo, los líderes europeos estudian nuevas formas de asistencia militar a Ucrania, con un paquete de entre 20.000 y 30.000 millones de euros para 2025. El debate sobre el envío de tropas europeas sigue abierto, aunque la mayoría de los Estados miembros condicionan su participación a la implicación de Washington en la operación.