Turquía ha detenido a 37 personas acusadas de compartir publicaciones “provocativas” en redes sociales sobre la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu. El alcalde, principal rival político del presidente Recep Tayyip Erdogan, fue arrestado el miércoles bajo cargos de “corrupción” y de “colaborar con un grupo terrorista”, acusaciones que él ha negado en todo momento.
Según el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, en las 24 horas posteriores a su detención, se compartieron más de 18 millones de publicaciones sobre el caso en la plataforma X, identificándose 261 cuentas sospechosas, de las cuales 37 fueron detenidas.
Las autoridades de Turquía han intensificado las medidas de control, incluyendo una prohibición de cuatro días de manifestaciones y restricciones en el acceso a algunas plataformas de redes sociales. Sin embargo, miles de personas protestaron en diversas ciudades, a pesar de las limitaciones.
Además, se ha informado que la empresa de construcción vinculada a Imamoglu fue incautada por orden judicial, en el marco de una investigación sobre delitos financieros. La detención ha generado un fuerte rechazo entre sus seguidores y algunos miembros del Partido Republicano del Pueblo (CHP), que calificaron el arresto de “intento de golpe”.
El arresto de Imamoglu se produce en un contexto político tenso, a tan solo días de su posible nominación como candidato presidencial del CHP. Su liderazgo ha sido una amenaza significativa para el dominio del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan.
A pesar de los intentos por desestimar las acusaciones de motivaciones políticas en su arresto, el caso sigue generando un debate en Turquía y a nivel internacional, con observadores y gobiernos extranjeros expresando “preocupación” por la situación política que vive el país.
La decisión del Gobierno ha desencadenado protestas y disturbios a lo largo del país, con especial intensidad en Estambul y Ankara.