El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Ucrania por la masacre de Odesa

La corte concluye que las autoridades ucranianas no evitaron la violencia ni asistieron a las víctimas de los incendios en la Casa de los Sindicatos en 2014.

Ataque contra la Casa de los Sindicatos en Odesa (Ucrania), 2 de mayo de 2014.
Foto: Aleksandr Poleshuk / Sputnik

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó la semana pasada que el gobierno de Ucrania violó derechos fundamentales en relación con la masacre de Odesa del 2 de mayo de 2014, donde 42 personas fueron asesinadas en el incendio provocado en la Casa de los Sindicatos.

En su resolución, el tribunal determina que las autoridades ucranianas incumplieron su deber de prevenir la violencia, no desplegaron a tiempo medidas de rescate y no llevaron a cabo una investigación efectiva de los hechos. Según la corte, Ucrania vulneró el Artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que protege el derecho a la vida.

El fallo subraya que los servicios de emergencia retrasaron la llegada de los bomberos en 40 minutos, pese a que la estación más cercana se encontraba a solo un kilómetro del lugar del incendio. También señala que las autoridades ucranianas no tomaron medidas para evitar el linchamiento, a pesar de que la tensión previa anticipaba la violencia. La sentencia, emitida por un panel de siete jueces, entre ellos un representante de Ucrania, rechaza la versión oficial del gobierno de Kiev, que durante años presentó los hechos como un “accidente trágico”.

El caso fue impulsado por 25 familiares de víctimas y tres supervivientes, quienes denunciaron la inacción del Estado ucraniano. La corte ha reconocido la violación de sus derechos, pero solo ordena una compensación de 15.000 euros por demandante. Sin embargo, el TEDH no se pronunció sobre si los hechos constituyeron un crimen premeditado, aunque el fallo atribuye la responsabilidad a las autoridades de Kiev.

Contexto de la masacre

Los trágicos eventos sucedieron el 2 de mayo de 2014, justo después del Día Internacional de los Trabajadores. Ucrania vivía intensas tensiones políticas por el movimiento Euromaidan, donde una coalición de europeístas, nacionalistas ucranianos y fascistas apoyados por servicios de inteligencia occidentales dieron un golpe de estado al presidente Viktor Yanukovich, favorable a no distanciarse de Rusia.

En Odesa, ciudad ucraniana históricamente rusófona, los enfrentamientos estallaron entre nacionalistas ucranianos, que apoyaban el golpe de Estado en Kiev, y aquellos que se oponían a él. Los seguidores del Maidan, encabezados por escuadras fascistas, atacaron un campamento donde los residentes locales recogían firmas para un referéndum sobre la federalización de Ucrania y el reconocimiento del ruso como lengua oficial.

Los que se oponían al golpe de estado se refugiaron en el edificio de sindicatos, pero fueron rodeados por los escuadristas, quienes lanzaron cócteles molotov, provocando un incendio que resultó en 48 muertes y más de 200 heridos. A más de una década de estos hechos, Kiev “no ha logrado” identificar ni procesar a los responsables, desviando la culpa hacia Moscú y alegando que “los eventos en Odesa fueron una operación premeditada y bien financiada por los servicios de seguridad rusos”.