Myanmar enfrenta los daños del terremoto con una guerra civil que complica el rescate

El sismo, que ha dejado más de 1.700 muertos, agrava la situación humanitaria, donde las tensiones del conflicto armado dificultan la llegada de ayuda.

Destrozos en Myanmar tras el terremoto.
Foto: vía @jenarovillamil (X)

Un fuerte terremoto sacudió Myanmar el pasado viernes, provocando una amplia destrucción, especialmente en la región central del país. Según el gobierno, más de 1.700 personas han perdido la vida, aunque los medios internacionales apuntan a una cifra superior a los 3.000 fallecidos.

El epicentro se localizó cerca de la ciudad de Mandalay, donde grandes áreas de la urbe han sido gravemente afectadas. La Cruz Roja ha calificado este desastre como “uno de los más devastadores que ha vivido Asia en más de un siglo”. La infraestructura se ha visto severamente dañada, y la electricidad, así como las comunicaciones, siguen siendo intermitentes en muchas áreas.

En Sagaing, equipos de rescate continúan buscando sobrevivientes bajo los escombros, mientras que en otras ciudades como Mandalay, los residentes reportan calles enteras de viviendas colapsadas. A pesar de los esfuerzos, la situación se ve agravada por las condiciones de seguridad derivadas de la guerra civil que afecta al país desde 2021.

La presencia de grupos armados y las tensiones políticas hacen que las labores de rescate se ralenticen y que el acceso a las zonas más remotas sea extremadamente complicado. Según fuentes locales, la falta de equipos de rescate y el bloqueo de carreteras dificultan aún más la llegada de ayuda humanitaria a las regiones afectadas.

“Las dificultades en las zonas remotas son aún mayores. Si las condiciones en Mandalay son duras, es imposible imaginar lo que ocurre en regiones como Kachín o Chin”, explicó Tun Myint (nombre ficticio por razones de seguridad), un habitante local de la ciudad de Mandalay, a DW. Las autoridades informan que más de 20 millones de personas en Birmania dependen de ayuda humanitaria y la situación podría empeorar si los equipos internacionales no logran superar las barreras impuestas por el conflicto.

Las imágenes de las redes sociales, junto con los testimonios de los sobrevivientes, revelan el nivel de desesperación que se vive en el país mientras continúan las tareas de rescate.