La OTAN rechaza el concepto de “gasto en defensa” propuesto por el Gobierno español

Mark Rutte ignora la petición de Pedro Sánchez, por lo que no incluirá “la protección de fronteras” y “la lucha contra el terrorismo” en el cálculo del gasto militar.

Imagen de archivo de una conversación entre Mark Rutte y Pedro Sánchez.
Foto: El Periódico

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha rechazado la propuesta del Gobierno español de ampliar la definición de “gasto en defensa” para incluir partidas como la “seguridad fronteriza” y “la lucha contra el terrorismo”. Con ello, Pedro Sánchez pretendía asegurarse cierto ahorro presupuestario en gasto militar, pero Rutte ha sido tajante: “En la OTAN tenemos una definición clara de lo que es y lo que no es el gasto en defensa, y no vamos a cambiar esa definición”, afirmó en una rueda de prensa tras la reunión de ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica en Bruselas.

La postura de la OTAN se produce en un contexto de presión creciente sobre los países miembro para aumentar su inversión militar. Actualmente, los aliados están comprometidos a destinar al menos un 2% de su PIB al gasto militar, pero Rutte ha indicado que el umbral podría situarse “considerablemente por encima del 3%” en el futuro. El Estado español, cuyo gasto militar oficial se sitúa actualmente en el 1,28% del PIB, se encuentra lejos de alcanzar estos objetivos.

El presidente Pedro Sánchez ha defendido que “el concepto de seguridad nacional debe interpretarse de forma más amplia y abarcar cuestiones como el control de fronteras o la respuesta a amenazas no convencionales”. Sin embargo, la OTAN mantiene su criterio tradicional, centrado en el desarrollo y mantenimiento de capacidades estrictamente militares.

La ministra de Defensa española, Margarita Robles, ha asegurado que el estado alcanzará el 2% de gasto militar “mucho antes” de 2029, la fecha inicialmente prevista. Algunas fuentes diplomáticas citadas por eldiario.es puntan a que ese umbral podría alcanzarse incluso antes del verano, coincidiendo con la cumbre de la OTAN en la que se discutirán nuevos objetivos de inversión militar.

Estados Unidos ha sido el principal impulsor del aumento del gasto militar dentro de la Alianza, llegando a proponer que el umbral mínimo se eleve hasta el 5% del PIB. La discusión sobre el nuevo criterio se enmarca en un escenario de tensiones geopolíticas crecientes, con la guerra en Ucrania como telón de fondo y el temor percibido de un conflicto a mayor escala en Europa.

El debate sigue abierto, pero la declaración de Rutte deja claro que la OTAN no modificará su metodología para calcular el gasto militar, por lo que Sánchez tendrá que preparar la cartera. Madrid deberá decidir cómo incrementa su inversión militar bajo los parámetros de la OTAN sin desestabilizar su mandato.