Hungría reforma su Constitución para permitir la prohibición de eventos LGTBIQ+

La nueva enmienda del gobierno de Orban permite vetar actos públicos de comunidades LGTBIQ+, introduce restricciones sobre género e identidad y amplía el uso del reconocimiento facial en protestas.

El Parlamento de Hungría aprobó el 14 de abril una enmienda constitucional que faculta al gobierno a prohibir actos públicos de comunidades LGTBIQ+, como el desfile del Orgullo en Budapest. La reforma fue impulsada por la coalición gobernante Fidesz-KDNP, liderada por el primer ministro Viktor Orban, y fue aprobada con 140 votos a favor y 21 en contra.

Según el texto, “el derecho de los menores a desarrollarse moral, física y espiritualmente prevalece sobre otros derechos”, incluido el de reunión pacífica. Esta disposición refuerza la legislación de “protección infantil” ya vigente, que prohíbe la “promoción de la homosexualidad a menores”.

Además de prohibir eventos, la normativa autoriza el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a personas que participen en manifestaciones vetadas. Ádám Remport, abogado de la Unión de Libertades Civiles de Hungría, advirtió que estas herramientas representan una vigilancia masiva que puede tener un efecto disuasorio sobre la libertad de reunión.

La enmienda también establece que la Constitución reconoce solo dos sexos —masculino y femenino—, lo que refuerza restricciones previas como la prohibición de adopción por parejas del mismo sexo y excluye de facto a personas trans e intersexuales.

Finalmente, la reforma constitucional introduce una cláusula que permite suspender por hasta diez años la ciudadanía de húngaros con doble nacionalidad fuera del Espacio Económico Europeo si son considerados “una amenaza a la seguridad o el orden público”.

Estas modificaciones se enmarcan en un endurecimiento del discurso del gobierno de Orban, que ha intensificado su retórica contra organizaciones de derechos humanos y medios críticos, acusándolos de actuar como “agentes extranjeros”. Con esta, ya son quince las enmiendas constitucionales desde que Fidesz aprobó en solitario la actual Carta Magna en 2011.