El gobierno del Reino Unido mantiene conversaciones con el Elíseo para poner en marcha un plan piloto de devoluciones de personas migrantes que han cruzado el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones. A cambio, el ejecutivo británico aceptaría “migrantes legales con derecho a reagrupación familiar”. Según confirmó el Ministerio del Interior francés a la BBC, el esquema se basa en un principio de “uno por uno”, bajo la excusa de “desincentivar las redes de tráfico de personas”.
El posible acuerdo fue adelantado por el Financial Times y ha sido confirmado por fuentes oficiales. La ministra británica de Transporte, Lilian Greenwood, reconoció la existencia de las conversaciones, aunque no detalló el contenido del posible pacto. “Puedo confirmar que hay conversaciones en curso con el gobierno francés sobre cómo detener este comercio atroz y peligroso de personas en el Canal”, declaró a Sky News.
Según datos del Ministerio del Interior británico, solo el martes pasado llegaron a Dover 705 personas en 12 embarcaciones, la cifra diaria más alta en lo que va de 2025, elevando el total anual a 8.888 personas un 42 % más que en el mismo período de 2024.
El investigador principal del Migration Observatory, Peter Walsh, indicó a la BBC que el denominado “impacto disuasorio” del acuerdo “dependerá del volumen de personas retornadas”: “En el corto plazo, no reducirá nuestra responsabilidad en la acogida de solicitantes de asilo”.
Mientras tanto, otras formaciones políticas británicas han reaccionado al posible acuerdo. El Partido Conservador ha criticado la medida por considerarla “insuficiente” y ha defendido el plan de deportaciones a Ruanda. Por su parte, el Partido Liberal Demócrata ha mostrado su apoyo al nuevo esquema, afirmando que “sería un paso positivo para acabar con estos cruces peligrosos”.