Este sábado, 19 de abril, es el último día del Encuentro de Jovenes Socialistas, Adelante, organizado por la Coordinadora Juvenil Socialista (CJS) en La Toba (Guadalajara, Castilla La Mancha). Durante la mañana, la organización ha expuesto varias tesis estratégicas, tácticas y algunas claves de coyuntura en dos charlas que han contado con amplia asistencia en la carpa principal del evento: Retos y perspectivas de la militancia revolucionaria y Reconstruir el proyecto comunista.
En la primera charla, tres militantes han expuesto y caracterizado las que consideran “la tendencias y las dinámicas más importantes de nuestro tiempo”, tendencias que se traducen en tareas políticas y, en consecuencia, en el modelo militante que propone CJS para afrontarlas. En sus palabras, son seis las grandes tendencias generales que marcan la época: 1) El declive o la crisis del modo de producción capitalista, “como marco general que determina el conjunto social”; 2) Nacionalismo económico y proteccionismo ; 3) Tendencia al rearme; 4) Auge reaccionario; 5) Crisis ecológica y 6) Cuestión migratoria.
Para afrontar los desafíos políticos que deduce de estas tendencias históricas, CJS propone un modelo de militancia determinado que, en palabras de una de las ponentes, “deberá recuperar lo mejor de nuestra tradición”. Los vectores que deben regir este modelo son, según CJS, “la militancia activa y disciplinada”, “la formación”, “el centralismo democrático” y “un estilo de trabajo político profesional en la ejecución”.


Reconstruir el proyecto comunista
La segunda charla de la mañana, titulada Reconstruir el proyecto comunista, ha profundizado en las cuestiones estratégicas y tácticas expuestas en la primera sesión. Tomando la “derrota parcial” o el “repliegue” del Movimiento Comunista del siglo XX como punto de partida y parafraseando a Karl Marx, han recordado que “las revoluciones proletarias se critican a sí mismas y así progresan”.
En este sentido, han subrayan que el desmembramiento del socialismo “ha supuesto una gran desorientación para las organizaciones comunistas”, muchas de las cuáles habrían caído en “el movimentismo o el reformismo”. La lección más elemental para esta fase, una fase que han caracterizado como “de movimiento” o “pre-partidaria”, sería el concepto de “la independencia política”, un principio que hace referencia a la creación de “organizaciones propias netamente comunistas que se deben articular para acumular fuerzas para la lucha por el poder político”.
Estas organizaciones deberán servir, según el Movimiento Socialista, “para fusionar el socialismo y el movimiento de la clase obrera”, una función para la que distinguen dos tácticas generales: “la unificación” y “la hegemonía”. Han definido la táctica de unificación como “la unión de los sectores más conscientes y avanzados de la clase en torno a un proyecto comunista”, basándose en “un programa de máximos”, “el debate racional entre organizaciones sobre estrategia y táctica”, “el debate ordenado”, “escindir a la socialdemocracia” e “integrar a los movimientos organizados”. En cuanto a la hegemonía, la caracterizan como “capacidad de liderazgo de clase” y “arraigo del liderazgo del Partido en las luchas existentes”. Ambos puntos tienen como objetivo crear el Partido Comunista de Masas.
En cuanto a la escala territorial de la organización comunista, han subrayado la escala continental como “la mínima necesaria para que la revolución sobreviva al bloqueo y la guerra de las potencias imperialistas”, tomando, eso sí, el hipotético Partido Comunista Europeo como parte de una nueva Internacional Comunista.


Táctica
El último bloque de la charla ha tratado sobre la táctica, ligada a los ejes principales de la crisis capitalista y centrada especialmente a la coyuntura del rearme. Con ello, los militantes del Movimiento Socialista han dibujado unas líneas de actuación sobre las que trabajar con un discurso unificado: el auge reaccionario y el rearme y la guerra imperialista.
Desde el Movimiento Socialista, interpretan el rearme como “el rearme de la OTAN y EEUU a través de Europa”. Esto implica, según el MS, “una subordinación de Europa a EEUU mediante el abaratamiento de los costes militares de Washington”, “el saqueo al proletariado y las clases medias europeas” y “la apertura de mercados armamentísticos”. Subrayan que todo ello no traerá la aclamada “autonomía estatégica” de Europa, la cual no consideran ni posible ni deseable, porque consideran que defender los intereses de la oligarquía estadounidense está en la naturaleza de la Unión Europea, y aunque adoptara una “autonomía estratégica”, esta seguiría siendo “una potencia de carácter imperialista”.
En este contexto, dan por seguro que el rearme europeo va a generar recortes en derechos políticos y sociales. “Pedro Sánchez lo niega por ahora, pero lo tendrá que hacer antes o después”, advierten desde el MS. Denuncian también el “oportunismo” de la izquierda situada a la izquierda del PSOE. Por un lado, recuerdan que la socialdemocracia utiliza distintos argumentos dependiendo de si está en el Gobierno o no, como las posturas “anti-OTAN” de Podemos y EH Bildu.
Sin embargo, consideran que estas posturas son impostadas: “Podemos no mantenía la misma posición hace cinco años cuando estaba en el Gobierno y cuando la OTAN jugaba un papel mucho más importante en la Guerra de Ucrania que ahora”. Además, recuerdan que estas posiciones aparentemente “anti-OTAN” se “clarifican” cuando los apoyos parlamentarios de formaciones como Podemos o EH Bildu se vuelven decisivas para aprobar unos presupuestos. Es decir, critican estas declaraciones de la izquierda como “pasajeras” y “oportunistas”.
Ante todo ello, el MS ha dejado caer algunas nociones sobre la hoja de ruta táctica que seguirá en la coyuntura mencionada. Dada su correlación de fuerzas actual, considera que es el momento adecuado para “una intervención ideológica y política que sirva para desarrollar el sujeto revolucionario”. Las claves de esta intervención serán “tomar la iniciativa”, “el trabajo de masas”, “desenmascarar a la socialdemocracia”, “generar capacidad analítica e intelectual para producir conceptos marxistas sobre cuestiones del rearme” y “tender la mano a otros movimientos, manteniendo los principios”.
