El ministro de Economía del Gobierno español, Carlos Cuerpo, ha asegurado que “el gasto en Defensa ha venido para quedarse” y ha planteado “la necesidad de desvincularlo del Producto Interior Bruto”. Así lo ha manifestado en una entrevista con El Mundo, tras mantener una reunión en Washington con Paul Bessent, secretario del Tesoro de la Administración Trump. Ambos han abordado los efectos de la nueva oleada de aranceles estadounidenses, que ya han impactado en sectores clave de la economía del Estado español como el acero, el aluminio, el automóvil, el vino, el queso o el aceite de oliva.
Cuerpo ha anticipado que su Gobierno cumplirá a pies juntillas el objetivo de aumentar el gasto militar, asegurando que Moncloa destinará el 2% del PIB al gasto militar antes de lo previsto, aunque ha cuestionado esta referencia como punto de partida. “Discutir el gasto en Defensa respecto a un porcentaje del PIB ya no tiene sentido”, ha afirmado, defendiendo en su lugar que Europa defina primero “las capacidades que necesita”, avance hacia un “aprovisionamiento conjunto” y determine “el esfuerzo económico necesario a partir de ahí”. En ese contexto, ha propuesto que la UE financie este incremento mediante una emisión conjunta de deuda, similar a la empleada durante la pandemia.
Durante su visita a Estados Unidos, el ministro ha subrayado las discrepancias con Washington en torno a los aranceles, que, según ha señalado, ya están teniendo un “impacto negativo” sobre las empresas del Estado español. Por ello, Madrid ha activado una red de protección para las empresas a través del ICEX y ha encuestado a más de mil compañías para identificar los sectores más afectados. Cuerpo ha insistido en que la respuesta a esta situación “debe ser europea y coordinada”, advirtiendo de los riesgos de una carrera de gasto militar “basada únicamente en la capacidad fiscal de cada país”.