Durante 2024, se firmaron en el Estado español 15,42 millones de contratos laborales entre 6,78 millones de trabajadores, lo que supone una media de 2,27 contratos por persona. Así lo recoge el último informe del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Además, esta cifra es casi idéntica a la del año anterior (2,26), lo que apunta a que la “mejora en la estabilidad del empleo” aclamada por el Gobierno de Pedro Sánchez en general y el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz en particular, ha tocado techo. Aunque esta media es menor que la de 2019, cuando cada persona firmaba casi tres contratos (2,93), sigue por encima de los mínimos históricos registrados a comienzos de los años 2000.
Por primera vez, el SEPE ha publicado datos detallados por tipo de contrato. Los contratos indefinidos se firmaron a un ritmo de 1,26 por persona, los fijos discontinuos a 1,46 y los temporales a 1,96. Dentro de estos últimos, algunos casos destacan por su alta rotación: los contratos eventuales llegaron a una media de 2,29 y los de artistas alcanzaron los 4,17 por persona. El informe también aclara que una misma persona puede tener varios tipos de contratos en un año, lo que hace que la media general sea más alta que la de cada modalidad por separado.
Aunque el número total de contratos ha bajado desde 2019 (7 millones menos), el número de personas contratadas apenas se ha reducido un 11,7%. Esto indica que se ha frenado el acelerado uso de contratos temporales sin que se pierdan puestos de trabajo. Sin embargo, según el SEPE, esto no se ha traducido en una mejora clara de la calidad del empleo, ya que siguen siendo comunes las rotaciones, los despidos tempranos en contratos indefinidos y el uso de figuras como los fijos discontinuos, que han sustituído a gran parte de los temporales.