Anarquistas griegos intervienen en una empresa tras el despido de una trabajadora embarazada

El grupo anarquista Rouvikonas denuncia la vulneración de derechos laborales elementales y acusa a la empresa de actuar de manera arbitraria y discriminatoria.

El pasado domingo, 27 de abril, el grupo anarquista griego Rouvikonas emitió un vídeo y un comunicado en el que muestran una intervención en las oficinas del empresario Iraklis Bamzas, propietario de las compañías Hellas Line y VresNet, en el barrio ateniense de Kallithea. La acción respondía al despido, por segunda vez, de una trabajadora embarazada, un hecho que representa una grave vulneración de derechos de la clase trabajadora.

En el vídeo difundido muestran a varios miembros encapuchados entrando en la sede de la empresa, donde reprenden al dueño y causan daños materiales. Rouvikonas asumió públicamente la autoría de la acción a través de un comunicado difundido en redes sociales, en el que acusa a Bamzas de actuar de manera “autoritaria y arbitraria”, condenando a una mujer en una situación de especial vulnerabilidad al desempleo y la precariedad.

El colectivo declaró que aunque no reconocen ni aceptan las pretensiones del derecho y de la justicia burguesa, sí reconocen y apoyan el valor de cada derecho laboral conquistado a través de las luchas obreras; “muchas veces sangrientas”.

Por ello, declaran que las conquistas como la protección de la maternidad y del puerperio, que en teoría deberían cubrir los primeros 18 meses tras el parto, cuentan con el apoyo de la militancia de Rouvikonas; “especialmente en los casos en que estos derechos son vulnerados”, advierten.

La organización denuncia que la violación de estos derechos es “una práctica tristemente extendida en el mundo empresarial”. En el caso de las mujeres trabajadoras, señalan que sufren una discriminación laboral específica que “combina actitudes patriarcales con una lógica de maximización de beneficios a toda costa”, por lo que este hecho “no es aislado ni raro”, sino que representaría “un ejemplo de una práctica empresarial en la que las concepciones patriarcales se combinan con la voraz ambición capitalista de la clase explotadora por obtener cada vez más beneficios a costa de las trabajadoras”.

En consecuencia, Rouvikonas denuncia que las discriminaciones hacia las mujeres obreras, especialmente durante el embarazo o incluso ante la mera posibilidad del mismo, “surgen de percepciones que consideran la maternidad como una desventaja de las trabajadoras y constituyen una herramienta fundamental de opresión y coacción: para reducir salarios, pisotear derechos y aplastar cualquier intento de reivindicación por parte de las mujeres”. Finalmente, los anarquistas señalan que este problema se agrava cuando “algunos creen que ser propietario de una empresa les da derecho a ser propietarios también de las personas que trabajan en ella”.

Hasta el momento, la empresa de Bamzas no ha emitido declaraciones públicas al respecto. Mientras tanto, Rouvikonas ha reiterado su determinación de defender activamente a quienes sufren ataques contra su dignidad y sus derechos.

De hecho, no es la primera vez que la organización realiza este tipo de acciones. Rouvikonas es conocido en Grecia por realizar actos contundentes en espacios señalados por abusos o corrupción. En su historial figuran “visitas” a oficinas de médicos de la sanidad pública acusados de cobrar honorarios ilegales, así como a sedes de empresas y organismos estatales señalados por prácticas abusivas.