El empleo generado en abril responde al efecto estacional de la Semana Santa y la precariedad hostelera

El aumento de afiliaciones se concentra en el sector servicios y bajan los contratos indefinidos.

Imagen de archivo de terrazas en Nerja (Málaga, Andalucía).
Foto: Christian Hergesell/Unsplash

El empleo registrado en abril aumentó en 230.993 personas en el Estado español, impulsado principalmente por la contratación estacional en el sector de la hostelería durante la Semana Santa. Según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el número total de personas afiliadas asciende a 21.588.639, un nuevo récord que, sin embargo, se apoya en gran medida en sectores con alta rotación y bajos salarios.

Respecto a la calidad del empleo, este abril se han firmado 507.903 nuevos contratos de trabajo indefinidos, un 44,5% del total y 51.351 menos que el mismo mes del año pasado. Además, en el primer trimestre de 2025, suman un 4,19% menos de contratos indefinidos que el año pasado.

Por tanto, atendiendo a las cifras de forma más detallada, es cuestionable que abril sea “el segundo mejor mes de la serie histórica” en términos de afiliación, como afirman desde los sectores cercanos al Gobierno de coalición.

El paro registrado se redujo en 67.420 personas respecto a marzo (-2,61 %), situándose en 2.512.718, supuestamente, la cifra más baja desde julio de 2008. El Ministerio de Trabajo reconoce que esta caída se debe principalmente al sector servicios, con 49.660 desempleados menos (-2,66 %).

También se registraron descensos en construcción (-3.817), agricultura (-3.323), industria (-2.920) y entre quienes buscan su primer empleo (-7.700). No obstante, la estacionalidad de estos datos es evidente: solo durante el último día del mes, el 30 de abril, se destruyeron más de 130.500 empleos, reflejando el carácter temporal de muchas contrataciones.

El repunte interanual de la afiliación es de 487.134 personas (+2,3%), mientras que el paro ha bajado oficialmente en 153.782 personas (-5,77 %). Desde sectores críticos del sindicalismo advierten que este tipo de incrementos nominales no deben ocultar la precariedad estructural, especialmente en actividades como la hostelería, donde se concentra buena parte de los nuevos contratos.

Por tanto, se trata de un “crecimiento” estacional, de baja remuneración, acompañado de un descenso en contratos indefinidos y con escasas garantías laborales. Además, más de 2,5 millones de personas siguen oficialmente en paro, sin contar los fijos discontinuos.