Kenia registró 104 ejecuciones extrajudiciales durante 2024, según el sexto informe anual de la iniciativa Missing Voices, presentado el 7 de mayo. Del total de casos, 90 fueron provocados por disparos de la policía, mientras que otras muertes se atribuyeron a lesiones por gases lacrimógenos (4), fallecimientos bajo custodia policial (5) y asesinatos en circunstancias no esclarecidas (12).
Las causas principales de las muertes fueron “operaciones contra el crimen” (51) y acciones antidisturbios (35), además de enfrentamientos con agentes y un caso de violencia de género.
El condado de Nairobi concentró el mayor número de víctimas, con 38 de los 104 casos registrados. Le siguieron Kiambu (9), Kajiado y Migori (6 cada uno), y otros condados con cifras más reducidas, según el informe.
Actualmente, 43 de los casos están bajo investigación por parte de la Autoridad Independiente de Supervisión Policial (IPOA). Hasta el momento, solo un agente ha sido procesado judicialmente. “Los agentes de policía fueron responsables de 93 de las muertes documentadas, y un caso se atribuyó a un reservista de la policía keniana”, señala el informe.
Irungu Houghton, director ejecutivo de Amnistía Internacional Kenia, declaró que “con más de 65 asesinatos verificados, 89 secuestros y miles de detenciones arbitrarias, la promesa del gobierno de Kenya Kwanza de poner fin a las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas ha fracasado”.