El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió este miércoles en el Palacio del Elíseo a Ahmad al-Shara —también conocido por su nombre de guerra Muhammad al-Jolani—, líder de la coalición salafista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que tomó el poder en Siria en diciembre de 2024.
Se trata de la primera vez que el exdirigente de Al Qaeda en Siria es recibido oficialmente en Europa. Durante la conferencia de prensa posterior, Macron pidió a su homólogo sirio que “garantice la protección de todos los sirios sin excepción, cualquiera sea su origen, religión, confesión u opiniones” y que los responsables de los recientes “masacres” de miembros de la minoría alauita y los ataques contra drusos sean “perseguidos y juzgados”, según declaraciones recogidas por Les Echos.
El mandatario francés defendió su decisión de recibir a al-Jolani frente a las críticas surgidas en sectores de la derecha y la extrema derecha francesa, calificándolas como “posturas a fines partidistas”. Macron afirmó que su aproximación a Siria es “lucida y realista” y que no está “cargada de ingenuidad”.
En respuesta a las preocupaciones sobre los abusos cometidos por fuerzas afiliadas a la coalición salafista, al-Shara declaró que la seguridad de todos los sirios “es su primera prioridad”. ONGs internacionales han documentado torturas y asesinatos en zonas bajo control de este grupo, lo que genera dudas sobre su capacidad de control interno.
Después de los formalismos sobre los aspectos humanitarios, el encuentro se centró en los aspectos más importantes para ambos gobernantes: las dimensiones geopolíticas y económicas. En ese sentido, Macron abogó por una “levantamiento progresivo de las sanciones económicas europeas”, condicionado a “avances en la estabilización del país”.
También instó a Estados Unidos a “precipitarse” en la retirada de algunas de sus sanciones, “con exigencias”. El Elíseo ha apoyado el alivio de ciertas sanciones sectoriales impuestas por la Unión Europea y considera que las medidas punitivas de Washington “pesan sobre la capacidad de las autoridades de transición para atraer inversiones y reconstruir el país”.
No obstante, las propias autoridades de París aún consideran “prematuro” retirar a al-Jolani de la lista de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU; sin embargo, no tienen problema en recibirlo diplomáticamente.