Un juez cuestiona las indemnizaciones de Renfe por grafitis y apunta a posibles prácticas sistemáticas de sobrevaloración de daños

Una sentencia por pintadas en trenes en Valladolid sugiere que Renfe podría estar beneficiándose económicamente de forma generalizada mediante reclamaciones no justificadas.

Vagones de tren en Medina afectados por grafitis, imagen de archivo.
Foto: POLICÍA NACIONAL VALLADOLID

El Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid (Castilla y León) ha condenado a S.P.G. a una multa de 1.620 euros por realizar grafitis en dos unidades ferroviarias estacionadas en la estación de Medina del Campo la madrugada del 5 de enero de 2024.

Según la sentencia, recogida por Europa Press, el joven accedió con otras personas no identificadas a las instalaciones y pintó las unidades 009M y 509M del tren tipo 594, siendo localizado más tarde por la Policía Nacional española gracias a un vehículo abandonado con restos de pintura y material utilizado.

Además de la sanción económica, el juez impone una indemnización inicial de 401 euros y deja abierta la posibilidad de que Renfe reciba hasta 4.772,51 euros más IVA, siempre que acredite la propiedad de los vagones, el coste real de la reparación y la identidad de la empresa que la realizó.

El magistrado condiciona el pago a la presentación de “factura concreta de reparación” y advierte de requerimientos formales si no se cumplen estos requisitos.

En la sentencia se afirma que la empresa pública de ferrocarriles “utiliza una plantilla estándar normalizada y siempre firmada por el mismo técnico” para reclamar los daños, y que “el presunto perjudicado se autoperita los daños y reclama en base a una pretendida prueba objetiva”.

El juez expresa su preocupación por la falta de transparencia de Renfe, indicando que en procedimientos similares la empresa “oculta el coste real de las intervenciones de reparación derivadas de pintadas y actos vandálicos”.

Añade que “la sospecha de pretender un enriquecimiento injusto planea sobre todas y cada una de las denuncias” interpuestas por estos hechos.

En su fallo, señala que Renfe presentó la valoración del daño el mismo día de los hechos, sin verificación previa ni mediciones detalladas, estimando 32 metros cuadrados pintados sin justificar si las gomas dañadas debían ser sustituidas en su totalidad o en parte.