Rheinmetall, fabricante alemán de sistemas militares, cerró el primer trimestre de 2025 con un beneficio neto atribuido de 84 millones de euros, lo que supone un incremento del 75% respecto a los 48 millones registrados en el mismo periodo del año anterior, según los resultados publicados por la compañía y recogidos por Europa Press.
En este periodo, las ventas ascendieron a 2.305 millones de euros, un 45,8% más que en el primer trimestre de 2024. Por áreas de negocio, el segmento de vehículos facturó 952 millones de euros (+93%), armas y municiones 599 millones (+65,4%), electrónica 427 millones (+48,8%), mientras que los sistemas eléctricos retrocedieron un 6,6% hasta 505 millones.
El presidente del consejo de administración, Armin Papperger, declaró: “Rheinmetall es necesaria; hoy en día, nuestros clientes nos compran fábricas enteras. Europa debe prepararse para una nueva era en la que debemos oponernos con todas nuestras fuerzas a la amenaza que pesa sobre nuestros valores liberales”.
Papperger subrayó el “crecimiento sin precedentes” de la compañía, así como la ampliación de capacidades industriales mediante la construcción de nuevas plantas y adquisiciones estratégicas.
El directivo confirmó que la empresa mantiene sus previsiones para el conjunto de 2025, con una expectativa de crecimiento de ventas de entre el 25% y el 30% y un margen operativo en torno al 15,5%.
Rheinmetall ha puntualizado que estas previsiones no consideran aún “la posible mejora del potencial de mercado en Europa, Alemania y Ucrania”, y que podrían revisarse a lo largo del año en función de la evolución de la demanda y los requisitos de los clientes institucionales.
El informe trimestral destaca el incremento de la cartera de pedidos y la “mejora” del flujo de caja operativo, mostrando el impacto de los recientes acontecimientos geopolíticos en la demanda de sistemas militares en Europa y la región del este. Con ello, la compañía prevé ajustar sus previsiones según se concreten nuevos pedidos y requisitos de sus principales mercados.