Un informe elaborado por la Mesa por la Hospitalidad —entidad religiosa en la que participa Cáritas— ha censado por primera vez a las personas sin hogar que pernoctan en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Según los datos recogidos, entre 300 y 400 personas duermen cada noche en las instalaciones, aunque en los momentos de mayor saturación se ha llegado al medio millar.
La mayoría son ciudadanos en situación de exclusión social, con nacionalidad española o migrantes, que no han podido acceder a plazas en los dispositivos municipales. El informe se presentó este lunes a representantes de las administraciones municipales, autonómicas y estatales, según ha confirmado la entidad a El País.
La investigación surge tras la ausencia de datos oficiales por parte de las instituciones, que hasta ahora no habían realizado un recuento estructurado. Ante esto, dos periodistas de El País recorrieron las cuatro terminales la noche del viernes pasado, entrevistando a más de una veintena de personas.
Entre los testimonios recogidos no aparece ningún solicitante de asilo, una afirmación confirmada también por el presidente de AENA, Maurici Lucena, quien señaló que “el número [de solicitantes] es inexistente o muy, muy pequeño”.
Esta versión contradice la del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP), quien había atribuido la presencia de estas personas a la supuesta responsabilidad del Ministerio de Migraciones en su atención. De todas formas, ninguna instancia gubernamental ha proporcionado ninguna solución al problema; ni desde el Ayuntamiento, ni desde la Comunidad de Madrid, ni desde Moncloa.
Los perfiles identificados en el informe y por los periodistas incluyen a personas como una mujer madrileña de 67 años que quedó en la calle tras una separación; una trabajadora del hogar peruana de 60 años que abandonó su empleo tras meses de explotación ilegal; un chileno residente en el Estado español desde hace 19 años que asegura haber sufrido seis preinfartos desde que vive en Barajas.
Todos ellos aseguran no haber recibido atención directa del Ayuntamiento ni encontrar plaza en los dispositivos de emergencia. “Aceptaría un recurso sin dudarlo”, afirma una de ellas en el reportaje. La situación se prolonga desde hace al menos tres meses sin respuesta estructural coordinada entre administraciones.