La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte que los mercados globales de minerales críticos para la transición energética presentan una concentración cada vez mayor en pocos países productores, lo que incrementa la exposición a riesgos de interrupción.
En su informe anual publicado este miércoles, la AIE señala que “los mercados se han vuelto más concentrados, y no menos, especialmente en lo que se refiere al refinado y al procesado”. China es el principal actor, y empieza a establecer restricciones de exportación sobre estos minerales estratégicos.
En 2024, los tres principales países productores de cobre, litio, níquel, cobalto, grafito y tierras raras concentraron el 86% del mercado, frente al 82% en 2020. El documento subraya que casi todo el crecimiento reciente en la producción de estos minerales proviene de un único país en cada caso: Indonesia en el caso del níquel, y China en los demás.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, señala que “en un mundo con elevadas tensiones geopolíticas, los minerales críticos han emergido como una cuestión clave para salvaguardar la energía y la economía globales”, y advierte que incluso sin factores geopolíticos, “la alta concentración de estos mercados los hace muy vulnerables” a disrupciones técnicas, climáticas o comerciales.
Además, el informe destaca que el 55% de estos minerales ya están sujetos a restricciones en su comercio exterior. Aunque la demanda sigue creciendo con fuerza —en particular la del litio, que aumentó casi un 30% en 2024— la inversión en nuevos proyectos se ha ralentizado.
Según la AIE, la inversión en explotación de minerales críticos creció solo un 5% en 2024, frente al 13% del año anterior.
La agencia considera especialmente preocupante el caso del cobre, cuya demanda aumentará por la expansión de las redes eléctricas, pero cuya oferta proyectada dejaría un 30% sin cubrir para 2035.
La AIE también apunta que 15 de los 20 minerales analizados presentan “una volatilidad de precios superior a la del petróleo”.