Elbit Systems, el principal fabricante privado de armas del Estado de Israel, informó el 18 de marzo que sus exportaciones pasaron de representar el 80% de sus ingresos a solo el 58% en el cuarto trimestre de 2024.
El dato figura en su informe financiero anual, presentado en una conferencia para accionistas realizada en hebreo y recogido por el movimiento BDS (Boicot Desinversión y Sanciones).
Según la propia empresa, este retroceso ocurre en paralelo al aumento de contratos con el Ministerio de Defensa de Israel, que continúa realizando pedidos a gran escala en el contexto del genocidio en Gaza.
El presidente y director ejecutivo de Elbit, Bezalel Machlis, califica la situación como un “evento financiero no especificado”, pero no modifica las previsiones de ingresos de la empresa ni aclara el retraso en la ejecución de contratos acumulados.
En paralelo, Elbit perdió contratos claves en América, Asia y Europa. Entre ellos, un acuerdo con Brasil para suministrar artillería ATMOS fue cancelado a inicios de 2025, luego de meses de protestas públicas.
También en 2024, fue excluida de un contrato con el Ejército canadiense por no cumplir requisitos técnicos, e Itochu y NAS, dos empresas japonesas, cancelaron en febrero un memorando de entendimiento.
En noviembre, el Ministerio de Defensa británico suspendió el programa Watchkeeper, un proyecto emblemático de drones desarrollado con Elbit, debido a su “tendencia a estrellarse”, según declaró públicamente el ministerio.
Todos estos datos fueron confirmados en el informe financiero de la empresa y en informes de prensa consultados por la agencia EFE.
Además de las dificultades comerciales, Elbit Systems enfrenta problemas técnicos y controversias en varios países. En India, un dron Hermes 900 fabricado localmente con licencia de Elbit se estrelló en enero durante pruebas de aceptación.
En Suiza, un informe parlamentario denunció retrasos de una década en la entrega de seis drones y la falta de componentes clave.
En Dinamarca, se investiga a la empresa por presuntas irregularidades contractuales y fallos técnicos. Ya en 2021, oficiales australianos afirmaban que Elbit “explotaba su monopolio” e insinuaban “preocupaciones sobre puertas traseras de vigilancia” en sus sistemas, según recoge la agencia EFE y reportes de medios especializados.