Hamas consulta con las facciones palestinas la última propuesta de alto el fuego en Gaza

La organización prevé anunciar su decisión tras debatir con el resto de la resistencia; Israel y EE.UU. presionan para cerrar un acuerdo de 60 días, pero Hamas insiste en que la tregua debe conducir al fin definitivo de los ataques.

Imagen de archivo de un acto público de Hamas en 2022.
Foto: Palestine Chronicle

El Movimiento de Resistencia Islámica Hamas ha iniciado consultas con diversas facciones palestinas sobre la última propuesta de alto el fuego en Gaza, según ha confirmado el propio movimiento en un comunicado este mismo viernes. La organización, que mantiene conversaciones con mediadores de Egipto, Qatar y Estados Unidos, ha señalado que solo anunciará su “decisión final” tras concluir el proceso de consultas con el resto de facciones palestinas. Fuentes cercanas a Hamas citadas por Reuters y otros medios indican que la organización palestina exige garantías de que el acuerdo, respaldado por Washington, conduciría al fin de la guerra y no permitiría al Estado de Israel reanudar los ataques a discreción.

El plan sobre la mesa contempla una tregua de 60 días, la liberación escalonada de los prisioneros de guerra israelíes y palestinos, así como negociaciones para la retirada de las tropas de ocupación israelíes de Gaza. Aunque fuentes de la negociación afirman que Hamas ha aceptado “en torno al 90%” de las condiciones, los palestinos buscan aclaraciones sobre puntos clave antes de dar una respuesta definitiva. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que espera una contestación de Hamas “en las próximas 24 horas” y ha afirmado que el Estado de Israel “ya ha aceptado los términos básicos del acuerdo”.

Mientras tanto, la ofensiva genocida israelí continúa y la situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose. Según datos de Naciones Unidas y autoridades locales, más de 57.000 palestinos han sido asesinados y confirmados, y más de 130.000 han resultado heridos desde octubre de 2023. La mayoría de la Franja permanece bajo ocupación militar israelí y la población civil sufre desplazamientos forzados, destrucción de infraestructuras y escasez aguda de ayuda humanitaria.