La Federación Rusa anunció este jueves una medida histórica: el reconocimiento formal del gobierno talibán como “autoridad legítima” en Afganistán, convirtiéndose en el primer país del mundo en dar este paso desde la llegada al poder de los taliban en 2021. La medida ha sido adoptada por el mismísimo presidente Vladimir Putin, tras la recomendación del ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y se concretó con la aceptación de las credenciales del nuevo embajador afgano, Mawlawi Gul Hassan, quien presentó sus documentos ante el Ministerio de Exteriores ruso en Moscú.
Este reconocimiento se produce después de que en abril pasado Rusia retirara a los talibanes de su lista de “organizaciones terroristas”, un cambio legal que desbloqueó establecer relaciones diplomáticas plenas. El embajador ruso en Kabul, Dmitri Zhirnov, destacó que esta decisión refleja la voluntad de Moscú de desarrollar una cooperación integral con Afganistán, país con el que mantiene una relación histórica marcada por la intervención soviética entre 1979 y 1989.
El régimen talibán calificó la decisión rusa como un acto “valiente e histórico” y la consideró un precedente que podría motivar a otros países a seguir su ejemplo. Mawlawi Amir Khan Muttaqi, ministro de Exteriores afgano, subrayó que el reconocimiento ruso representa “un avance significativo en las relaciones bilaterales y un impulso para la legitimación internacional del Emirato Islámico”.
Aunque otros países como China, Turquía o Pakistán mantienen misiones diplomáticas en Afganistán, ninguno había formalizado hasta ahora un reconocimiento oficial del gobierno de Kabul. Moscú ha mantenido contactos con los talibán desde antes de su regreso al poder y ha mostrado interés en colaborar tanto en materia de “seguridad” como en aspectos económicos y comerciales.
Además, el paso se produce en un contexto internacional en el que Rusia enfrenta dificultades en otras áreas de su política exterior, especialmente con Occidente, pero también en Siria y Azerbaiyán, lo que podría influir en su decisión de fortalecer vínculos con Kabul y ampliar su influencia en Asia central.