El Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria y residentes del número 18 de la calle Mercaderes, en el Casco Viejo de Iruñea (Nafarroa), han denunciado públicamente que la empresa propietaria del edificio, Vidaurre Group, está presionando a los inquilinos para que abandonen sus viviendas.
Según el sindicato, la intención de la empresa es reconvertir el bloque de 11 pisos de alquiler en apartamentos turísticos, tras haber obtenido la licencia municipal correspondiente para este cambio de uso. Los inquilinos, que mantienen contratos de alquiler en vigor, aseguran que la empresa les ha comunicado su intención de vender el inmueble, aunque no les han dado explicaciones sobre el motivo real de la operación.
De acuerdo con los datos recogidos por el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria y el registro de apartamentos turísticos, Mercaderes 18 fue uno de los primeros edificios del Casco Viejo en destinarse a uso turístico, con una primera alta en agosto de 2012. Tras varios años de alquiler habitual, Vidaurre Group solicitó la nueva licencia, que fue concedida el 19 de febrero de 2025 por el concejal de Urbanismo, Joxe Abaurrea, según el Acta de la Junta de Gobierno Local del 31 de marzo.
El caso de Mercaderes 18 no es aislado: desde finales de 2024, aunque las licencias para nuevos apartamentos turísticos en el barrio están suspendidas, se han concedido otras como la de Eslava 13 y actualmente existen 207 licencias activas solo en el Casco Viejo, según fuentes municipales.
El Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria denuncia que “el negocio del turismo, impulsado por intereses empresariales y promocionado por las instituciones, tiene consecuencias negativas para el entorno y para la clase trabajadora”.
La organización señala que la expansión de los apartamentos turísticos está expulsando a vecinos, precarizando las condiciones de vida y destruyendo redes comunitarias. Además, advierten que este fenómeno se extiende a otros barrios como la Rochapea, donde empresas como Clabao gestionan más de 150 apartamentos turísticos. Frente a esta situación, el sindicato concluye que “es necesario organizarse y luchar”.