Netanyahu propone a Trump un campo de concentración para 600.000 gazatíes en Rafah

El primer ministro israelí plantea crear una “ciudad humanitaria” fortificada bajo control militar, mientras busca acuerdos con terceros países para la expulsión de palestinos de Gaza.

Donald Trump y Benjamin Netanyahu.
Foto: @WhiteHouse (X)

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha presentado a Donald Trump un plan para concentrar a unos 600.000 palestinos de Gaza en un gran campo de concentración en las ruinas de Rafah durante la tregua que negocian el Estado de Israel y Hamas en Doha. Según Netanyahu, la “ciudad humanitaria” estaría bajo custodia militar israelí y gestionada por “organizaciones internacionales”, con el objetivo declarado de “dar un futuro mejor” a los gazatíes, aunque el ministro de Defensa, Israel Katz, ha reconocido que la medida busca fomentar la emigración “voluntaria” fuera del enclave. Trump, por su parte, ha asegurado que están “cerca de lograr acuerdos con varios países para acoger a palestinos que deseen abandonar Gaza”.

El plan, que coincide con la visita de Netanyahu a la Casa Blanca y la reanudación de las negociaciones indirectas en Qatar, prevé levantar el campo durante la tregua, en una zona devastada por los bombardeos israelíes. La autoproclamada “Fundación Humanitaria para Gaza” (GHF), respaldada por EE.UU. y el propio Estado de Israel, se encargaría de la distribución de alimentos y la gestión logística, aunque en los centros actuales gestionados por la GHF se han registrado cientos de asesinatos de palestinos las colas del hambre, según fuentes médicas y agencias internacionales.

El canal público israelí Kan ha informado que la entrada y salida al campamento estaría “estrictamente controlada” y que el Ejército “garantizaría la seguridad perimetral”, mientras se intenta captar patrocinio internacional para el proyecto.

“Gueto”

La propuesta de Netanyahu y Trump ha sido rechazada por la ONU y gobiernos árabes, que la califican de “gueto” y advierten que vulnera el derecho internacional y puede suponer un paso más hacia el desplazamiento forzoso de la población palestina. Mientras tanto, miles de familias gazatíes permanecen desplazadas y en condiciones extremas, a la espera de que las negociaciones en Doha permitan un alto el fuego y la entrada de ayuda humanitaria a gran escala para alimentar y sanar a una población famélica y mutilada.