Mientras decenas de jóvenes denunciaban este domingo los abusos policiales sufridos durante la noche del pasado sábado en Azpeitia (Gipuzkoa, Euskal Herria), una amplia cobertura mediática se está volcando con declaraciones oficiales y titulares tendenciosos que han sido desmentidos uno a uno por testigos y el Gaztetxe de la localidad. El caso de la actuación de la Ertzaintza y la Policía Municipal contra la juventud de no solo ha dejado heridos e indignación entre la la juventud, sino que también ha puesto en evidencia cómo ciertos medios de comunicación han contribuido a construir una narrativa falsa y criminalizadora que pone en el punto de mira a la juventud organizada.
A continuación, recopilamos algunas de las versiones más destacadas y erróneas difundidas por la prensa —El Diario Vasco, Telecinco, Marca, El Mundo, Cadena Ser, ABC, La Razón, El Independiente, Onda Cero, Libertad Digital y Diario de Navarra— que han sido puestas en entredicho por vecinos de la localidad, vídeos difundidos en redes sociales y el propio Gaztetxe de Azpeitia.
Diario Vasco: «Un grupo de jóvenes agrede a policías locales y ertzainas tras asediar la comisaría de Azpeitia»
La cobertura de El Diario Vasco amplifica la versión policial al describir los hechos de Azpeitia como un “asedio” a la comisaría protagonizado por un “grupo de jóvenes” que “agredió” a policías locales y a la Ertzaintza, sin evidencias independientes o pruebas visuales que sustenten tal acusación. Aunque en el cuerpo del texto se menciona —de manera secundaria y sin desarrollo— la versión del Gaztetxe, que niega haber intentado asaltar la comisaría y denuncia una actuación desproporcionada por parte de la policía, el enfoque general de la pieza valida el relato institucional y se alinea con él tanto en el lenguaje como en los marcos narrativos. Los miembros del Gaztetxe reiteran que la entrada al edificio se dio con la intención de presentar una queja formal por un acto de identificación arbitraria, sin que haya podido ser desmentido con pruebas.
Además, al igual que otras coberturas similares, El Diario Vasco conecta este suceso con incidentes anteriores en Hernani y Ordizia, construyendo una supuesta “continuidad” de disturbios juveniles en municipios gobernados por EH Bildu, lo que introduce un sesgo político que descontextualiza los hechos específicos ocurridos en Azpeitia. La nota concede más protagonismo a los “sindicatos” policiales (Euspel, Erne, Esan) y al Departamento de Seguridad que a los testimonios que cuestionan la actuación de las fuerzas policiales. Aun reconociendo que las versiones “fueron contradictorias”, el diario no profundiza en esa contradicción ni problematiza las posibles responsabilidades policiales, lo que alimenta una lectura unilateral y criminalizadora.
Por el contrario, en ningún momento hubo agresiones a agentes ni ningún “asalto”, según relatan varios testigos presenciales consultados por DIARIO SOCIALISTA, afirmando que fueron los propios agentes quienes provocaron la escalada al enviar hasta seis patrullas y dos furgones ante un pequeño grupo de personas. Por lo demás, el Gaztetxe de Azpeitia ha sido el único que ha aportado pruebas gráficas de los hechos, que muestran a los agentes de la policía autonómica y municipal cargando contra los jóvenes y reteniendo a uno de ellos, mientras que el relato sobre el “asalto” que han difundido desde fuentes policiales, el Gobierno Vasco y los medios de comunicación no está respaldado ni por pruebas gráficas ni por testigos.
Telecinco: «Agreden a policías tras la sanción a un joven por una pintada en Azpeitia, Vizcaya»
La cobertura de Telecinco sobre los incidentes en Azpeitia arrancaba con un grave error geográfico, ya que situó inicialmente la localidad guipuzcoana en Bizkaia —una confusión que, aunque luego fue corregida, evidencia una falta básica de cuidado informativo y un deconocimiento absoluto del contexto territorial—. Desde el primer párrafo, el enfoque replica la versión oficial sin contrastarla: habla de “agresión”, “asalto a la comisaría” y “ataque” por parte de un grupo de jóvenes, sin incluir ni una sola línea sobre el testimonio del Gaztetxe ni de testigos locales, que desmienten ese relato y denuncian una actuación policial desproporcionada.
La pieza refuerza el marco de alarma institucional al incluir declaraciones del PP y de los sindicatos policiales ErNE y Euspel, que exigen “más recursos, armamento y autoridad”, y presentan lo ocurrido como consecuencia de una supuesta “falta de firmeza” frente a la juventud organizada. En definitiva, Telecinco ofrece una narración errónea desde su mismo titular, parcial en el contenido y carente de contraste, que contribuye a criminalizar el movimiento juvenil y legitimar la represión sin cuestionamiento alguno.

En una segunda cobertura de Telecinco sobre los hechos de Azpeitia, aunque en el titular se corrige el error geográfico inicial —donde en una entrega previa se situaba erróneamente la localidad en Bizkaia—, el enfoque sigue siendo marcadamente sesgado y alineado con el relato institucional. El titular habla de un “asalto” y el texto insiste en la versión policial, centrándose en la supuesta “agresión”. Aunque se menciona brevemente que “los jóvenes califican la actuación policial de desproporcionada”, esta versión no se desarrolla ni se contextualiza. Además, el artículo incluye el vídeo difundido por el propio Gaztetxe, pero omite señalar que en las imágenes no aparece ningún “asalto” ni agresión a agentes, sino precisamente a la inversa: se ve a varios policías golpeando a jóvenes, lo que contradice directamente el relato que Telecinco da por válido. Así, Telecinco no solo reproduce una narrativa unilateral, sino que ignora de forma deliberada el valor probatorio del material audiovisual incluido en su propia nota.
Marca: «Un grupo de jóvenes tratan de asaltar la comisaría de la Policía Local de Azpeitia»
La cobertura publicada en Marca, firmada por EFE, adopta desde el titular la versión oficial más extrema al afirmar sin matices que “un grupo de jóvenes tratan de asaltar la comisaría de la Policía Local de Azpeitia”. El artículo reproduce literalmente las declaraciones del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, que califica los hechos como un “asalto muy grave e intolerable”, sin ofrecer ninguna verificación externa, pruebas gráficas, testimonio independiente ni mención al contexto en que sucedieron los hechos. No se recoge la versión del Gaztetxe de Azpeitia ni las denuncias sobre la desproporción policial, invisibilizando así el hecho de que el suceso se produjo a raíz de una sanción por pintar con un lápiz. Además, se refuerza el relato alarmista incluyendo el respaldo político del PP de Gipuzkoa, lo que politiza aún más la cobertura y contribuye a una narrativa de “escalada violenta” en el territorio, sin el mínimo análisis del origen, las causas o el papel de la actuación policial. En conjunto, el tratamiento informativo refuerza el enfoque punitivista, replicando acríticamente el relato institucional y ofreciendo una visión parcial, criminalizadora y desinformada de lo ocurrido en Azpeitia.


El Mundo: «Una docena de jóvenes radicales asalta la comisaría de Azpeitia, agreden a dos polícias después de multar a otro por una pintada»
El Mundo fue otro de los medios que no dudó en encajar la narrativa oficial sin contrastar, incluso hablando de “asalto” a la comisaría de la policía municipal, en un tono incluso más alarmista que el Diario Vasco en el titular. Hablaron “jóvenes radicales”, criminalizando a los jóvenes que protestaban por la sanción a un compañero por pintar con un lápiz. Además, el diario español se hace eco de las acusaciones del Gobierno Vasco, que pretende vincular falsamente estos sucesos con los linchamientos racistas de Hernani y una paliza que recibieron unos ertzainas en Ordizia durante una actuación, cuando en realidad, lo que ocurrió en Azpeitia fue una celebración del 20º aniversario del Gaztetxe, de carácter cultural y festivo, que transcurría sin incidentes hasta la actuación policial por una pintada con rotulador en un contenedor de pilas. “Los disturbios callejeros de Azpeitia repiten un mismo modus operandi que previamente sufrieron policías vascos en Ordizia y en Hernani”, afirma el periodista Josean Izarra, cuando lo único que tienen en común estos incidentes es que ocurrieron en Euskal Herria y tienen a la policía como protagonista.
Cadena Ser: «Graves altercados en Azpeitia con agresiones a policías durante la madrugada»
La cobertura de Cadena SER, pese a que se presenta como un medio con una línea editorial “de izquierdas”, adopta sin cuestionamiento la misma versión oficial de los hechos, hablando de “graves altercados” y “agresiones a policías” sin recoger en ningún momento la versión del Gaztetxe, ni las denuncias por uso desproporcionado de la fuerza, ni pruebas gráficas. Aunque se menciona la intervención de un concejal para calmar la situación, el enfoque da prioridad al relato del Departamento de Seguridad y refuerza el clima de alarma con declaraciones del sindicato policial Euspel. No se hace referencia al vídeo difundido por el Gaztetxe, lo que contradice la narrativa presentada. Así, incluso desde un medio “progresista” como la SER, se reproduce una visión desequilibrada y acrítica que excluye voces fundamentales para comprender lo ocurrido.
ABC: «Bildu señala un ‘despliegue excesivo’ de la Ertzaintza tras el asalto violento a una comisaría en Guipúzcoa»
La cobertura de ABC asume desde el titular la versión más dura del relato institucional, asumiendo los hechos como un “asalto violento a una comisaría” por parte de una “multitud” de jóvenes. Además, la cabecera da más importancia a la postura de EH Bildu que a los sucesos en sí. Mientras el artículo cita las versiones oficiales del Departamento de Seguridad y del sindicato policial Esan —incluyendo detalles sobre una supuesta “irrupción con insultos y amenazas de muerte”, y “la necesidad de refuerzos policiales ante una multitud superior a 200 personas”—, solo recoge de manera secundaria y desacreditada la postura del Gaztetxe, que señala la desproporción del despliegue. El texto sostiene un tono alarmista y condenatorio —“hechos muy graves, intolerables e inaceptables”—, y refuerza el marco político destacando el interés editorial: que todo ocurre en un municipio gobernado por EH Bildu. Aunque incluye, en párrafos inferiores, las negaciones y matices sobre la entrada “con actitud agresiva” y el contexto de la sanción por una pintada, la estructura y el lenguaje tienden a validar la gravedad del relato policial y a debilitar la credibilidad de las voces críticas.
La Razón: «La Ertzaintza investiga el asalto a la comisaría de policía de Azpeitia»
En su portada web del domingo, La Razón hablaba de que “algunos agentes han sido agredidos, aunque ninguno ha sufrido heridas graves”. La realidad es que la intervención dejó varios jóvenes heridos, documentado con imágenes tomadas por los afectados, y no se han presentado pruebas de que existiera ningún asalto a las instalaciones. Además, los agentes no han presentado ni pruebas gráficas ni partes médicos. Una vez más, el lenguaje empleado busca criminalizar la protesta y justificar la represión.
El Independiente: «El asalto a la comisaría de Azpeitia resucita el fantasma de la violencia callejera en el País Vasco»
Este medio elevó a otro nivel la demonización colectiva al vincular el suceso de forma sensacionalista con el conflicto vasco, donde cualquier incidente callejero es susceptible de “resucitar el fantasma de la violencia”. Además, en el pie de foto se puede apreciar que El Independiente ni siquiera sitúa bien el lugar de los hechos, asegurando que fue en la Plaza Mayor donde “tuvieron lugar los incidentes que desembocaron en el asalto a la sede de la policía local”. Además de no haber ningún asalto, la comisaría de la Policía Municipal no se encuentra en la Plaza Mayor, sino en una calle contigua, y el primer incidente que provocó que los jóvenes acudieran a pedir explicaciones a la comisaría sucedió en el exterior del Gaztetxe, a medio kilómetro de la comisaría. Esto muestra que el periodista que ha escrito la noticia a base de suposiciones y sin contrastar la información más elemental sobre los hechos.
Libertad Digital: «Radicales asaltan “violentamente” la comisaría local de Azpeitia y hieren a dos agentes»
Otro medio que ha reproducido la versión oficial y el lenguaje sobre los “radicales” ha sido Libertad Digital. Además, como sucede con El Independiente, la noticia presenta errores factuales que muestran el más absoluto desconocimiento sobre los hechos: “Los incidentes comenzaron a las 4 de la madrugada, después de que los agentes sancionasen a un grafitero”, dice el subtítulo, cuando la persona sancionada no pintaba con un spray, como puede sugerir el término “grafitero”, sino con un lápiz.

Onda Cero: «Ertzaintza investiga los altercados contra la comisaría de policía de Azpeitia (Gipuzkoa)»
La versión difundida por Onda Cero sobre los hechos de Azpeitia reproduce sin contraste la narrativa oficial de la Ertzaintza y “sindicatos” policiales, presentando a los jóvenes como “agresores” que habrían “asaltado violentamente” la comisaría, pese a que no se ofrece ninguna evidencia audiovisual o independiente que lo confirme. El relato se construye con un lenguaje alarmista, omitiendo las denuncias de abuso policial difundidas por el Gaztetxe y por testigos locales, así como el contexto real del conflicto —una protesta tras una multa arbitraria por una pintada— que se sustituye por referencias a disturbios en otras localidades gobernadas por EH Bildu, lo que busca generar un vínculo político artificial. Al no recoger más que las voces institucionales y policiales, y al invisibilizar cualquier versión alternativa, el enfoque de Onda Cero refuerza una narrativa criminalizadora y parcial que contribuye a justificar la represión, omitiendo su carácter desproporcionado y el trasfondo de protesta que la originó.
Diario de Navarra: «Una docena de asaltantes golpearon y amenazaron de muerte a los policías de Azpeitia»
Diario de Navarra también asumió sin matices la narrativa de los cuerpos policiales, sin contrastarla con testimonios de los jóvenes involucrados ni aportes independientes, aceptando como hechos probados que “una docena de asaltantes” irrumpieron “violentamente” en la comisaría, profirieron “amenazas de muerte” y “golpearon a los agentes”. El artículo se basa fundamentalmente en el comunicado de la organización policial Esan, y su construcción del relato enfatiza el dramatismo y la “gravedad” sin ofrecer pruebas visuales ni detalles verificables —como imágenes, grabaciones o partes médicos—, a pesar de reconocer que la comisaría carece de cámaras de seguridad.
El texto invisibiliza completamente el testimonio de los jóvenes y del Gaztetxe, y solo recoge de forma superficial la posición de la alcaldesa Nagore Alkorta, a quien se presiona con exigencias de condena “sin ambigüedades”. Aunque Alkorta contextualiza de alguna manera los hechos como una reacción a una identificación policial polémica, Diario de Navarra desestima incluso esta visión que defiende a la Policía Municipal, en favor de un discurso alarmista total y orientado políticamente, reforzando la idea de un supuesto “clima de impunidad” y “ataque al principio de autoridad”.