El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz, se reúnen este miércoles en Berlín para tratar dos temas clave de la agenda europea: la respuesta conjunta a los nuevos aranceles que Estados Unidos podría imponer a partir del 1 de agosto y el futuro del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur.
Según fuentes del Elíseo citadas por EuroEFE, el encuentro se celebra en un formato informal pero con el objetivo de reforzar una “posición franco-alemana coordinada” que respalde a la Comisión Europea en las negociaciones con Washington. “Hay un buen entendimiento para que la CE logre el mejor resultado posible”, señalan las mismas fuentes.
En cuanto al acuerdo con el Mercosur, las posiciones son más distantes. Alemania se mantiene como uno de los principales defensores del tratado, mientras que el Estado francés —que lidera un grupo de países críticos, entre ellos Austria y Países Bajos— reclama una revisión de las cláusulas agrícolas y de salvaguardia. “Las cuentas no salen”, admiten las fuentes francesas, que consideran necesario “preservar la agricultura y evitar desequilibrios estructurales”. El acuerdo con el bloque sudamericano —congelado desde 2023— ha generado tensiones dentro del Consejo Europeo, y reactivar su ratificación estaría entre los puntos que Macron y Merz intentarían alinear de cara al otoño.
En la agenda bilateral también figura la cooperación militar, en particular el futuro del Sistema de Combate Aéreo del Futuro (SCAF), un proyecto europeo en el que participan París, Berlín y Madrid. La reciente declaración del fabricante francés Dassault Aviation, expresando su intención de asumir mayor protagonismo técnico en el programa, ha generado reservas entre los dirigentes alemanes.
Pese a ello, fuentes del entorno presidencial evitan comentar las fricciones y aseguran que tanto Macron como Merz “desean avanzar” en este capítulo. La cumbre se inscribe en la intención de ambos gobiernos por articular una agenda común frente a un panorama geopolítico determinado por la presión comercial de EE. UU., la crisis energética y la incertidumbre sobre las reglas del comercio internacional.