La Unión Europea y los Estados Unidos de América están cada vez más cerca de cerrar un acuerdo para establecer aranceles del 15% sobre las importaciones europeas a territorio estadounidense, según fuentes diplomáticas consultadas por EFE. Esta propuesta surgió tras el reciente acuerdo similar entre Washington y Japón, que supuesto un gravamen idéntico al país nipón, lo que habría generando en Bruselas un “ambiente propicio para avanzar en las negociaciones”. Sin embargo, el visto bueno definitivo depende ahora del presidente estadounidense, Donald Trump, por lo que Bruselas mantiene la preparación de contramedidas ante un eventual fracaso en las negociaciones.
El Ejecutivo comunitario ha anunciado que, de no alcanzarse un acuerdo, activará un paquete de represalias arancelarias que combinaría dos listas actuales y afectaría a productos estadounidenses por 93.000 millones de euros. En este escenario, la UE aplicaría aranceles equivalentes al 30% previsto por Trump para sus productos, incluyendo sectores como automóviles, aeronáutica, maquinaria y agroalimentarios. La principal prioridad, según la Comisión Europea, es lograr un resultado negociado, y para ello se mantienen contactos intensivos a nivel político y técnico con la Casa Blanca.
Este posible acuerdo supone un incremento respecto al arancel mínimo vigente actualmente, que es del 10% para exportaciones europeas a EE.UU., aunque este porcentaje incluye ya la tarifa general de “nación más favorecida” del 4,8% en vigor desde antes de la guerra comercial.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, el acuerdo contemplaría además “ciertas exenciones limitadas” en sectores estratégicos, como la aviación, algunos dispositivos médicos, medicamentos genéricos y determinados equipos industriales. En paralelo, la UE sigue preparando sus contramedidas y mantiene un margen de cautela, dada la incertidumbre sobre la decisión final de Trump, que cambia las cifras y las fechas asiduamente.