El presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa ha promugaldo este julio el decreto que establece la creación de la Unidad Nacional de Extranjería y Fronteras (UNEF) dentro de la Policía de Seguridad Pública (PSP). Esta medida responde al planteamiento planteado por el Gobierno conservador de Luís Montenegro y el partido de extrema derecha Chega de reorganizar y endurecer el control migratorio en Portugal después de la disolución en 2023 del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF), cuyas funciones quedaron distribuidas entre varios cuerpos y resultaron en “descoordinación e ineficiencia”.
La UNEF tendrá, por tanto, competencias exclusivas sobre el control en fronteras aeroportuarias, concesión de visados, gestión de procesos de expulsión, readmisión y retorno voluntario, así como la administración de centros de acogida temporal para personas migrantes.
El decreto cuenta con el apoyo de la derecha —representada por el Partido Social Demócrata (PSD), CDS-PP, Chega e Iniciativa Liberal—, mientras que el Partido Socialista y la formación regionalista Juntos por el Pueblo (JPP) optaron por la abstención y los partidos de izquierda votaron en contra.
La reforma es parte de un paquete legislativo que también incluye restricciones a la reagrupación familiar y que prevé modificar en septiembre la Ley de Nacionalidad para limitar la atribución de ciudadanía por nacimiento a hijos de personas migrantes. El presidente luso ya ha enviado esta reforma al Constitucional.
La creación de UNEF representa para las autoridades un paso decisivo hacia una política migratoria “más rigurosa y efectiva”, alineada con estándares europeos y enfocada en la “prevención, la seguridad y la soberanía nacional”, según declaraciones oficiales. La unidad está llamada a enfrentar problemas evidenciados tras la caída del SEF, especialmente la falta de coordinación en las tareas de control fronterizo, gestión migratoria y expulsiones. A pesar de la intención declarada de mantener un Portugal “abierto y diverso”, el énfasis en medidas restrictivas suscita preocupación entre sectores sociales y políticos que advierten sobre el endurecimiento considerable de la política migratoria y sus impactos en derechos humanos.
Pista libre para “inmigrantes” multimillonarios
La medida anunciada por el presidente Portugués, que supone otra vuelta de tuerca en el endurecimiento de la política migratoria, contrasta con la política de “fronteras abiertas” que mantiene con la inmigración de multimillonarios. En febrero, Portugal anunciaba un sistema digital para acoger a otros 50.000 “inmigrantes” multimillonarios con solicitudes pendientes, buscando posicionarse como lugar de destino preferente para la residencia por inversión inmobiliaria.