Los bancos reducen 45,4 % el crédito civil y aumentan 183,2 % el militar durante las guerras

Un informe, que analiza más de 1,3 millones de préstamos entre 1989 y 2020, revela que cuanto mayor es el número de muertos, más aumentan los créditos a sectores militares y de doble uso, sin diferenciar entre bancos públicos o privados.

Imagen de archivo de una acción del Grupo Antimilitarista de Bilbao KEM-MOC ante la sede del BBVA en 2022.
Foto: KEM-MOC

El estudio Violent conflict and cross-border lending publicado recientemente por el Banco Central Europeo (BCE), analiza cómo los conflictos violentos influyen en la asignación de crédito transfronterizo y revela un patrón consistente: durante guerras, los bancos extranjeros reducen su financiamiento a empresas civiles, pero incrementan de forma significativa los préstamos dirigidos a sectores militares y de doble uso. El informe se basa en un análisis de 1.322.944 préstamos sindicados emitidos entre 1989 y 2020 por 14.021 bancos a empresas en 179 países.

Durante periodos de conflicto con más de 1.000 muertes anuales en el campo de batalla, los bancos extranjeros redujeron en un 45,4% su financiación a empresas no militares en comparación con los bancos nacionales. Sin embargo, en ese mismo contexto, aumentaron en un 183,2% su crédito a sectores militares, incluyendo industrias de armamento y sectores de uso dual como tecnología aeronáutica o telecomunicaciones, frente a sus pares nacionales.

El estudio identifica 89 sectores con aplicación militar, de los cuales 10 corresponden a sectores primarios (como fabricación de armas o misiles) y 79 a sectores duales. Ejemplos concretos incluyen el caso del banco italiano Banca Nazionale del Lavoro, que concedió 3.000 millones de dólares en créditos no autorizados a Irak, de los cuales 600 millones se destinaron a tecnología militar. 

Asimismo, un ejemplo incluido en el conjunto de datos analizados es el préstamo sindicado de 2014 por Bank of America, Merrill Lynch, ING y UBS al conglomerado israelí Delek Group. Aunque esta empresa opera principalmente en el sector energético, varias de sus actividades han estado vinculadas con sectores militares, como el suministro de combustible a entidades militares y la operación de estaciones de servicio en territorios ocupados.

Cuantas más bajas, más crédito

Más recientemente, entre 2020 y 2022, las instituciones financieras aportaron 1 billón de dólares a la industria militar global, y solamente los 15 mayores bancos europeos ya prestaron más de 88.000 millones de euros a empresas armamentísticas en zonas de conflicto.

A nivel individual, los bancos con experiencia en financiación militar o sin relación previa con el país en conflicto fueron los que más aumentaron su participación en financiamiento militar. La magnitud del incremento está positivamente correlacionada con la intensidad del conflicto: cuanto mayores las bajas, mayor el aumento en el crédito hacia sectores militares.

Por otra parte, el estudio indica que este comportamiento no está limitado a una región específica ni influido predominantemente por la propiedad estatal: tanto bancos públicos como privados, de diversas regiones geopolíticas, mostraron patrones similares. Sin embargo, se observó una preferencia por canalizar líneas de crédito hacia países políticamente “no alineados”, lo que sugiere que las restricciones regulatorias y la presión reputacional pueden limitar estas prácticas en contextos de cercanía política.