El pasado viernes, la Audiencia Nacional española sentenció a 110 años de prisión a Miren Itxaso Zaldua, acusada de tres atentados cometidos por ETA en 2002, incluyendo una explosión en el centro comercial El Corte Inglés de Zaragoza y otros dos ataques contra empresas en Navarra. El tribunal de excepción la ha declarado responsable de “coordinar y proveer los recursos para estos atentados”.
Zaldua ha pasado ya quince años en prisiones de los estados francés y español. Primero estuvo detenida en cárceles francesas entre 2005 y 2017, cumpliendo su condena completa en el penal de Roanne, a unos 850 kilómetros de su hogar. Posteriormente, en 2020, fue encarcelada de nuevo y trasladada a Madrid bajo nuevas imputaciones.
Tras tres años de prisión preventiva, fue liberada el año pasado, luego de que los jueces la absolvieran de la acusación de haber participado en el atentado contra de Manuel Giménez Abad, líder del PP en Aragón. Sin embargo, recientemente volvieron a atribuirle un segundo atentado: el perpetrado en el centro comercial El Corte Inglés de Zaragoza en 2002. En el mismo sumario imputaron a Mikel Carrera Sarobe, pero fue absuelto por falta de pruebas. Aún así, Carrera ya había recibido una condena de 30 años de prisión por otro proceso.