Hungría pierde fondos de la UE en medio de una profunda crisis económica

La disputa entre Budapest y Bruselas impide a Hungría superar la recesión y complica las perspectivas del gobierno de Orbán.

El primer ministro húngaro Viktor Orbán junto al mandatario chino Xi Jinping.
Foto: @PM_ViktorOrban (X)

Hungría enfrentará una pérdida definitiva de más de 1.000 millones de euros en fondos de la Unión Europea a partir del 1 de enero, como consecuencia de las tensiones políticas entre Budapest y Bruselas. Según recuerda Financial Times, estos fondos forman parte de los 6.300 millones de euros bloqueados por las discrepancias del Gobierno húngaro. Las tensiones vienen, en gran medida, por discrepancias del Ejecutivo de Viktor Orbán con la línea oficial de la OTAN respecto a la guerra de Ucrania, aunque Bruselas argumenta que se trata por “preocupaciones sobre el estado del estado de derecho en el país”.

Budapest perderá los fondos, ya que deben ser ser asignados antes de finales de 2024. A esta pérdida se suman las sanciones por el trato ilegal de los solicitantes de asilo, lo que ha costado al país otros 200 millones de euros en 2024. Sin embargo, Bruselas no ha sancionado a Italia, que ha aplicado métodos similares.

Esta situación económica se agrava con una recesión técnica tras una contracción del 0,7% en el tercer trimestre de 2024, lo que ha exacerbado el déficit presupuestario, estimado en más del 4,5% del PIB. Por ello, el primer ministro Orbán enfrenta a crecientes críticas por parte de la oposición, que acusa a su gobierno de gestionar mal los fondos de la UE durante los últimos 14 años. La política de Orbán, que al igual que Polonia se ha distanciado de Bruselas en cuestiones clave como la independencia judicial y el trato a las minorías, ha resultado en la suspensión de fondos destinados a importantes proyectos de infraestructura. Además, el gobierno se ve incapaz de cubrir la falta de inversión europea, lo que ha llevado a la cancelación de grandes inversiones públicas y sociales, como en el sector hospitalario y el transporte ferroviario.

A pesar de la pérdida de fondos europeos, el gobierno húngaro intenta mitigar la crisis mediante medidas como el uso de fondos de pensiones privados para la compra de viviendas, una iniciativa que, aunque busca reactivar la demanda, no parece suficiente para solucionar la caída en la inversión pública. Orbán también ha apostado por suplir la pérdida atrayendo inversión asiática, especialmente china, aunque muchos expertos consultados por Financial Times consideran que “no será suficiente para reemplazar el apoyo financiero europeo”. La situación sigue siendo incierta, con ambos lados, Budapest y Bruselas, sin ceder en los puntos clave de la disputa.