El gobierno de Benjamin Netanyahu ha aprobado este sábado el acuerdo de alto el fuego con la Resistencia Palestina, anunciado días antes por mediadores internacionales como Qatar, Egipto y Estados Unidos. La decisión ha sido tomada a la madrugada de este 18 de enero tras más de seis horas de deliberaciones en el gabinete, donde, según Al Jazeera, 24 ministros votaron a favor y ocho en contra. Según el acuerdo, a partir del domingo entra en vigor la primera fase del acuerdo: un intercambio de 33 presos israelíes por 1.700 palestinos, varios de estos últimos cumpliendo cadena perpetua. El canje se producirá mientras se implementa un cese de hostilidades inicial de seis semanas.
La primera fase del acuerdo también incluye la retirada parcial de tropas israelíes de algunas zonas de Gaza, lo que permitirá a cientos de miles de palestinos regresar a sus hogares en el norte del territorio. Asimismo, está previsto un aumento en la entrada de ayuda humanitaria por el cruce de Rafah, cuya gestión podría ser asumida por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), según anticipan fuentes oficiales. La ANP ha declarado su disposición a “asumir responsabilidades administrativas en Gaza y aliviar la crisis humanitaria”.
Aunque este pacto representa un avance significativo tras 15 meses de guerra que han dejado al menos 46.000 muertos directos confirmados en Gaza, enfrenta críticas dentro del gabinete israelí, especialmente de sectores del sionismo más ultraderechista. Además, existe escepticismo tanto en toda la Palestina histórica sobre la durabilidad del acuerdo, dadas las tensiones persistentes y la devastación que aún sigue cobrándose vidas en el enclave.