El Índice de Precios de Consumo (IPC) en el Estado español ha comenzado el año con un repunte de dos décimas, alcanzando el 3% en enero, según los datos adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta subida, impulsada principalmente por el encarecimiento de los carburantes y la electricidad, refleja un cambio respecto a la caída que experimentó la tasa de inflación en 2024.
Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y la energía debido a su volatilidad, ha disminuido ligeramente, situándose en el 2,4%, dos décimas menos que en diciembre. Esta cifra indica una moderación en los precios subyacentes, a pesar del aumento general.
Si se confirma este dato, el IPC general encadenaría cuatro meses consecutivos de subidas desde que tocó el 1,5% en septiembre del año pasado, lo que refleja una tendencia ascendente desde entonces. Las causas inmediatas del repunte de la inflación se deben principalmente al incremento de los precios de los carburantes, que han registrado su séptima semana consecutiva de subidas a finales de enero, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea. También, aunque en menor medida, ha contribuido al aumento el precio de la electricidad, que se ha encarecido en relación al mismo mes del año anterior.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que permite hacer comparaciones internacionales, muestra un incremento del 2,9% en enero, una décima más que en diciembre de 2024.
