El 31 de enero de 2025, Richard Grenell, enviado especial de la administración Trump, realizó una sorpresiva visita a la República Bolivariana de Venezuela para abordar temas cruciales en las relaciones entre ambos países. El principal objetivo de la misión fue asegurar la liberación de seis ciudadanos estadounidenses que se encontraban detenidos en el país, además de presionar al gobierno de Nicolás Maduro para que aceptara la deportación de migrantes venezolanos en Estados Unidos. Durante su reunión en el Palacio de Miraflores, Maduro y Grenell discutieron una posible “agenda cero” para restablecer relaciones bilaterales, las cuales fueron rotas en 2019. Entre los temas tratados se destacó la migración, el impacto de las sanciones económicas y la situación de los prisioneros estadounidenses.
La visita sorprendió debido a la postura firme que había mantenido Grenell contra el gobierno venezolano, especialmente durante la administración de Donald Trump. No obstante, la Casa Blanca declaró que “este viaje no implica un cambio en el reconocimiento oficial de Maduro como presidente de Venezuela”, aunque el hecho de negociar con Maduro implica reconocerdo de facto. En una declaración, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, subrayó que “el encuentro no significaba un respaldo a Maduro”, y reafirmó “el apoyo” de Estados Unidos al opositor Edmundo González Urrutia, que sigue en el exilio. A pesar de esto, la misión de Grenell dio lugar a la liberación de los seis prisioneros estadounidenses, quienes, tras ser fotografiados en un avión junto al enviado, fueron enviados de regreso a su país el 1 de febrero.
El gobierno de Trump celebró “el éxito” de la misión, con el propio presidente estadounidense agradeciendo públicamente a Grenell y su equipo por la liberación. A través de su red social, Truth Social, Trump destacó que los seis prisioneros “no podían dejar de agradecer” tras comunicarse con él. Además, se anticipó que Estados Unidos “mantendría su presión sobre Venezuela en cuanto a las deportaciones de venezolanos en su territorio”, advirtiendo sobre posibles consecuencias si no se llegaba a un acuerdo completo. Las autoridades venezolanas, por su parte, señalaron que Grenell también abordó la situación de los migrantes venezolanos en EEUU, en un contexto de creciente tensión sobre las políticas migratorias de ambos países.