Las generaciones nacidas después de 1985 en el Estado español han experimentado una drástica reducción en la propiedad de vivienda y en su riqueza neta. Según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España publicada recientemente, mientras que el 81% de quienes nacieron entre 1945 y 1965 tenía vivienda en propiedad a los 42 años, esta cifra cayó al 67% para los nacidos entre 1975 y 1985. Sin embargo, el mayor desplome se observa en los nacidos entre 1986 y 1995, quienes poseen la mitad de viviendas en comparación con generaciones anteriores y acumulan hasta cinco veces menos riqueza.
El informe, que analiza la evolución de la riqueza en el Estado español en los últimos 20 años, destaca que la desigualdad patrimonial entre generaciones se ha intensificado. Factores como el encarecimiento de la vivienda, la precariedad laboral y las dificultades de acceso al crédito han contribuido a esta caída en la acumulación de activos. Además, la encuesta revela que la concentración de la riqueza en el 5% más rico de la población ha aumentado en los últimos años, exacerbando aún más la desigualdad.
Esta situación plantea serios desafíos para la economía, ya que una menor acumulación de patrimonio en los jóvenes puede afectar el consumo, la inversión y la estabilidad financiera a largo plazo.