El proceso de compra de Talgo avanza hacia su resolución, con el fondo Trilantic, que posee un 29,9% de la compañía, a punto de recibir ofertas de varios interesados. Aunque el Ejecutivo español ha manifestado su preferencia por la oferta de Sidenor, que presentó una propuesta mejorada de casi 5 euros por acción, también están sobre la mesa las ofertas del fondo polaco PFR, propietario del fabricante ferroviario Pesa, y la empresa india Jupiter Wagons. Con todas las opciones sobre la mesa, Moncloa está considerando que una opa extranjera podría ser viable, “siempre que se cumplan ciertas condiciones”.
El principal requisito que impondrá el Gobierno de Pedro Sánchez, en caso de que se acepten ofertas extranjeras, es que Talgo cuente con un “núcleo duro” de accionistas del Estado español, que tendrían una participación significativa y la capacidad de influir en decisiones clave, como cambios en la sede, ajustes de empleo o la política de inversiones. Entre los posibles miembros de este grupo figuran Sidenor, el Instituto Vasco de Finanzas y la SEPI, además de otros actores relevantes en la economía del Estado.
Los ministros Óscar Puente y Carlos Cuerpo han declarado que, “aunque se favorece una opción que favorezca los intereses nacionales, el Gobierno está dispuesto a explorar acuerdos con empresas extranjeras siempre que se respeten las condiciones que garanticen el futuro de la compañía y de sus trabajadores en España”.