Tras la interrupción del flujo de gas a través de Ucrania el mes pasado, el suministro de gas ruso a Europa se restablecerá por medio del gasoducto TurkStream, según ha informado Europa Press. La empresa estatal eslovaca de suministro energético, SPP, informó que el país continuará recibiendo gas ruso, pero esta vez a través de la ruta alternativa que conecta Rusia con Europa a través de Turquía, evitando así el tránsito ucraniano. Esta medida responde a la decisión de Ucrania de no renovar los acuerdos de tránsito, lo que generó tensiones entre ambos países.
Por otro lado, la región autónoma de Transnistria en Moldavia se ha mostrado en contra de la propuesta de “ayuda” europea para importar gas estadounidense. En lugar de optar por el gas licuado (GNL) de EEUU, el suministro a Transnistria será gestionado por la empresa húngara MET Gas and Energy Marketing AG, que se encargará de transportar el gas hasta la frontera con Moldavia. Desde allí, será Tiráspol, la capital de Transnistria, quien asumirá el coste del tránsito hasta su territorio. Esta estrategia destaca las tensiones y resistencias a la geopolítica energética de la UE, que intenta sustituir el gas ruso con GNL estadounidense.
En un contexto más amplio, la competencia por el mercado europeo del gas ha generado fuertes desacuerdos entre los países de la OTAN. Hungría, que recibe una cantidad significativa de gas a través del Southstream turco, ha manifestado su oposición al ingreso de Ucrania en la UE, argumentando que la seguridad de las rutas de suministro, como la estación de Ruska en Ucrania, debe preservarse. La postura de Hungría se debe a un creciente desacuerdo sobre cómo se debe gestionar el suministro energético en Europa, especialmente en lo que respecta a la dependencia del gas natural licuado estadounidense. A pesar de los intentos de Estados Unidos por aumentar su participación en el mercado energético europeo y apartar a Rusia, Moscú sigue siendo un actor importante, siendo el segundo mayor proveedor de GNL a la UE en el primer semestre de 2024, después de EEUU. A pesar de las sanciones y las tensiones, las exportaciones rusas de GNL han aumentado, siendo la UE el principal destino de estas exportaciones.