Un equipo de científicos españoles ha identificado “emisiones masivas” de metano en el subsuelo marino de la Antártida, un gas con un efecto invernadero 30 veces más potente que el dióxido de carbono (CO₂). A bordo del buque Sarmiento de Gamboa, los investigadores observaron columnas de gas de hasta 700 metros de largo y 70 metros de ancho, según informaron los geólogos Ricardo León y Roger Urgeles, líderes de la expedición. Este hallazgo inédito, del que se ha hecho eco El País, podría tener consecuencias graves para el clima global.
El metano, acumulado en el fondo marino hace unos 20.000 años en forma de hidratos, se está liberando debido al deshielo de la capa antártica. “Es como un hielo que, si le acercas fuego, ardería”, explicó Urgeles, del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona. Este proceso, conocido como rebote posglaciar, ocurre porque la reducción del peso del hielo permite que el continente se eleve, facilitando la liberación del gas atrapado.
La expedición se centró en la península antártica, una de las zonas más afectadas por el cambio climático, con un aumento de más de tres grados en los últimos 50 años. “Estimamos que hay unas 24 gigatoneladas de carbono almacenadas en los hidratos de metano aquí, equivalente a las emisiones globales de dos años”, señaló Urgeles. Además, los científicos advierten que la inestabilidad de los sedimentos marinos podría provocar deslizamientos submarinos capaces de generar tsunamis, similares a los ocurridos en el Ártico hace miles de años.