Un total de 646 personas fallecieron en 2024 a causa de accidentes laborales en el Estado español, lo que representa un aumento del 10% respecto al año anterior, según la Estadística de Accidentes de Trabajo publicada por el Ministerio de Trabajo del Gobierno de España. De estas muertes, 608 fueron hombres y 38 mujeres. Andalucía encabeza la lista con 100 fallecidos, seguida el País Valencià (81) y Catalunya (78). Aunque nueve comunidades autónomas registraron descensos, destacando Balears y Murcia, el número de víctimas mortales ha crecido en la mayoría de los territorios.
Por sectores, el transporte y almacenamiento superó a la construcción como la actividad con más muertes, con 138 fallecidos, 26 más que en 2023. La construcción registró 135 muertes, mientras que la industria manufacturera, con 94 fallecidos, experimentó el mayor aumento (27 más). En cuanto a las causas, los infartos y derrames cerebrales fueron los principales motivos de muerte (266 casos), seguidos por atrapamientos y amputaciones (99) y accidentes de tráfico (96). En las muertes “in itinere” (de camino al trabajo), los siniestros de tráfico fueron la causa principal, con 131 de las 150 muertes registradas.
El informe también revela que los accidentes laborales con baja aumentaron un 0,5% en 2024, alcanzando los 628.300 casos, de los cuales 3.766 fueron graves. La industria manufacturera lideró este ranking con 96.463 accidentes, seguida por la construcción (81.697) y las reparaciones de vehículos (71.780). Los sobresfuerzos físicos (156.898 casos) y los choques contra objetos (149.116 y 93.451 casos) fueron las principales causas de estos siniestros, mientras que las dislocaciones, esguinces y distensiones (221.989 casos) fueron las consecuencias más frecuentes. Estos datos vuelvan a poner sobre la mesa el peligro que sigue representando el trabajo asalariado para la vida clase trabajadora, a pesar de las políticas por “mejorar la seguridad en el trabajo”.