El economista y ex primer ministro italiano Mario Draghi ha lanzado un mensaje claro al Parlamento Europeo: la inacción y las divisiones internas están poniendo en peligro el futuro de la Unión Europea. “El riesgo de que la UE quede aislada está creciendo”, advirtió, alertando sobre “la necesidad de actuar como un estado único” para hacer frente a desafíos económicos y geopolíticos. Según Draghi, “los constantes vetos” y “la falta de voluntad para avanzar en cuestiones clave”, como la unión del mercado de capitales o el aumento de la inversión pública para aumentar el gasto en armamento, están paralizando el bloque comunitario.
Draghi destacó que “la falta de crecimiento y la debilidad económica de Europa son, en gran parte, consecuencia de sus propias barreras internas”. En un artículo publicado en el Financial Times, subrayó que “las trabas comerciales dentro del bloque son más dañinas para el crecimiento que cualquier arancel que Estados Unidos pueda imponer”. También recordó que la dependencia de la UE del comercio exterior ha aumentado hasta representar el 55 % del PIB de la eurozona, lo que la hace más vulnerable a crisis globales y decisiones externas.
En este contexto, Draghi insistió en que Europa necesita “una inversión mínima de 800.000 millones de euros al año para recuperar competitividad y fortalecer su industria”. Sin embargo, iniciativas como la emisión de deuda común siguen enfrentando la oposición de algunos países del norte. “La era de la comodidad ha terminado”, sentenció, pidiendo una política económica “más ambiciosa” y advirtiendo de que, “si la UE no actúa con rapidez, perderá su capacidad de garantizar la seguridad y el crecimiento de sus ciudadanos”.