La Comisión Europea continúa perfilando su plan de rearme, destinado a hacer frente a los desafíos derivados de la guerra en Ucrania y la inestabilidad global. En esta nueva fase, se prevé una mayor movilización de recursos, con la propuesta de destinar 800.000 millones de euros para financiar proyectos militares en toda la UE; 650.000 millones en gasto de estados miembro y otros 150.000 millones en préstamos.
Para ello, Bruselas sigue evaluando la emisión de deuda común, utilizando recursos no empleados del fondo Next Generation EU y reasignando fondos de cohesión no utilizados para infraestructuras militares y de desarrollo. Además, la Comisión activará la cláusula de escape del pacto de estabilidad para eximir a los Estados miembros del impacto de los gastos armamentísticos sobre sus déficits estatales. También anticipa la movilización de fondos privados a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
La Comisión, encabezada por Ursula von der Leyen, enviará este martes una carta a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para detallar estas propuestas, que serán debatidas en la cumbre extraordinaria que se celebrará el jueves en Bruselas. El plan de rearme sigue en constante ajuste, y la posibilidad de emitir deuda conjunta, similar a la que se utilizó durante la pandemia, está sobre la mesa, así como la creación de un nuevo fondo intergubernamental para financiar gastos militares “urgentes”. A pesar de la resistencia de países como los Países Bajos y Alemania a la emisión de deuda común, la iniciativa ha encontrado respaldo en París, Madrid y entre los países del norte de Europa.
Con el supuesto objetivo de “garantizar la seguridad de la UE” en un contexto de creciente tensión internacional, Bruselas también ha planteado un nuevo apoyo financiero para Ucrania. Se está considerando la creación de un fondo de 20.000 millones de euros adicionales, destinado a asegurar el suministro de recursos militares a Kiev, especialmente ante la incertidumbre sobre la continuidad del apoyo estadounidense. Este respaldo se suma a los 135.000 millones de euros ya enviados a Ucrania desde 2022, de los cuales más de 48.000 millones han sido destinados directamente al ejército ucraniano.