El Gobierno de El Salvador recibirá 20.000 dólares anuales por cada persona enviada desde Estados Unidos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), según detalla el acuerdo alcanzado entre los presidentes Nayib Bukele y Donald Trump, recogido por El País.
El primer vuelo bajo este convenio tuvo lugar el pasado sábado con 261 deportados, incluidos presuntos miembros de la organización venezolana “Tren de Aragua”. La falta de detalles sobre el pacto y el uso de una cárcel de máxima seguridad para migrantes deportados han generado controversia en ambos países.
En Estados Unidos, un juez intentó frenar la deportación, pero la administración Trump argumentó que “la orden llegó cuando los aviones ya estaban en vuelo”. Mientras tanto, en El Salvador, organizaciones de derechos humanos han cuestionado la legalidad del internamiento de los deportados en el CECOT sin juicios previos. Juan Pappier, de Human Rights Watch, advirtió que el traslado podría constituir una violación a tratados internacionales si las personas corren riesgo de sufrir abusos en prisión.
Bukele ha defendido el acuerdo asegurando que contribuirá a la “autosostenibilidad” del sistema penitenciario salvadoreño, aunque analistas consideran que su principal beneficio es la validación de su modelo carcelario por parte de Washington.
La continuidad del pacto dependerá de su encaje legal en ambos países, ya que en EEUU la deportación de presuntos miembros de bandas bajo la Ley de Enemigos Extranjeros enfrenta recursos judiciales, mientras que en El Salvador no existe un marco normativo claro para su reclusión en prisiones de máxima seguridad.