Barrena dando vueltas por Europa

El pasado martes, Pernando Barrena, eurodiputado por EHBildu, concedió una entrevista al programa Boulevard de Radio Euskadi en la que habló, mayormente, de la cuestión del rearme y la guerra. La entrevista, difundida y promocionada por la formación política a la que pertenece, es muy clarificadora y arroja luz sobre la posición militarista de la socialdemocracia vasca que, para sorpresa de nadie, en nada se diferencia de la de la socialdemocracia internacional.

En la entrevista, Barrena empieza por sorprenderse de que las negociaciones sobre Ucrania se realicen entre Estados Unidos y Rusia, sin la participación de la propia Ucrania. A Barrena, claro desconocedor de la lógica del poder capitalista, le parece un escándalo que refleja “la gran crisis que el modelo de respeto a la legalidad internacional está teniendo a lo ancho y largo del mundo”. Así, para Barrena, lo denunciable es que las negociaciones entre dos potencias capitalistas rebasen lo que el considera la legalidad del orden capitalista, pues dejan fuera de ese marco al país en el que se ha desarrollado la guerra. Sin embargo, lo que Barrena no concibe es que el territorio geográfico en el que se da un acontecimiento no determina los sujetos en disputa. Muy al contrario: Ucrania no ha pintado nada en ningún momento, desde el inicio mismo de la guerra, a pesar de que EHBildu y Barrena hayan insistido constantemente en denunciar la invasión rusa de un país soberano, negando así el carácter de la guerra entre grandes potencias capitalistas y su sentido imperialista. El poder y la soberanía de los pueblos es una quimera socialdemócrata; la única soberana, la que dicta la legalidad, es la dictadura de la burguesía.

El respeto a la soberanía, sin embargo, hace aguas unas líneas más abajo. Cuando es preguntado por la integración de Ucrania en la Unión Europea (UE), Barrena responde que ese país no es Moldavia, un país pequeño; al contrario, dice que Ucrania es el país más grande de la UE, por lo que no sería fácilmente absorbido. Supondría “un gran esfuerzo político y económico a los bolsillos de todos los europeos”. Rusia y Estados Unidos no pueden decidir por Ucrania, pero Barrena sí; o la UE, que son lo mismo.

La posición antimilitarista, en un sentido de oposición a la dominación militar mundial de las potencias capitalistas, se presenta bajo el mismo manto de inmadurez en las respuestas de Barrena. Critica que la UE envíe ayuda a Ucrania, por ser esta de última hora, cuando la guerra ya está por acabar. Lejos de ser una cuestión de forma y de deficiencia en la explicación, a la que alguno podría recurrir como justificación, lo grave no es únicamente lo que se dice, sino que, mayormente, lo que no se dice. En lugar de aprovechar para denunciar el militarismo de las potencias capitalistas, incluida la UE, Barrena prefiere criticar una cuestión de forma, esto es, haber enviado armas a última hora. ¿Qué hay de las armas enviadas hasta ahora? ¿Qué hay de la denuncia de la guerra imperialista, de la que la UE es actor importante?

No sorprende su benevolencia con la UE cuando, un poco después, critica el plan Rearm EU, por ser altamente contradictorio con “la famosa autonomía estratégica europea”, con la que, dice sin pausa para dar lugar al equívoco, sobre el papel está de acuerdo. Añade que Europa debería jugar un papel en el reparto del poder mundial, “en esa multipolaridad”.

El cambio del sujeto de la UE a Europa no es ningún error semántico. Efectivamente, Europa y la UE son una misma cosa; hacer perdurar Europa es hacer perdurar su institucionalidad, la estructura imperialista de la UE. La autonomía estratégica europea, con la que Barrena está de acuerdo, es un plan imperialista que solo se puede hacer valer mediante el militarismo; el rearme de Europa como garante de su autonomía. Pues autónomo solo es quien puede presentarse como tal, reafirmar su poder frente al resto de los sujetos; en el caso del capitalismo mundial, constituido por potencias imperialistas, esa autonomía se afirma mediante el militarismo.

Queda claro en la entrevista que Barrena y, por ende, EHBildu, se oponen al plan Rearm EU por ser un plan orquestado por la OTAN. Afirma que la autonomía estratégica europea es totalmente incompatible con la pertenencia a un esquema militar como es la OTAN, por ser esta una herramienta de coerción de la política exterior norteamericana, que sirve a los intereses del liderazgo de los EEUU y dispone un mando militar de los EEUU. Añade que, “mientras este esquema (de seguridad) esté sobre la mesa, y la propuesta de rearme parte de esa visión, de seguir formando parte de algo en el esquema internacional junto a los EEUU, pues eso está abocado al fracaso.”

Por lo tanto, la oposición al militarismo de Barrena y EHBildu es una toma de partido por una potencia imperialista (la UE) a la que absuelven de todos los males: ninguna responsabilidad en la Guerra de Ucrania o en la OTAN. En el caso de la Guerra de Ucrania, dice Barrena que la UE ha hecho bien en no entrar en las negociaciones, pues su papel ha de ser facilitar el fin de la guerra. En el caso de la OTAN, la UE solo participa como sujeto pasivo, y dice que “el gran problema de la UE respecto a EEUU es que todavía no quiere creerse que EEUU quiere soltar de la mano a Europa”. Un auténtico bochorno.

En una situación tal, Barrena está de acuerdo con la autonomía estratégica europea, que busca afirmar a la UE como sujeto activo en el reparto de poder en un mundo multipolar. Lo que no menciona es que la multipolaridad es la antesala a una guerra mundial, pues el capitalismo ni es absoluto, ni está exento de contradicciones, a pesar de que la pequeña burguesía sueñe con un mundo de equilibrio democrático donde el pastel sea disfrutado por todos los que son reconocidos con derecho a ello. Spoiler: el proletariado jamás será Europa, sino su sepulturero.

Para finalizar, deja constancia, una vez más, del oportunismo socialdemócrata, que es mezquino, cobarde y profundamente vulgar. Argumenta que la UE no puede establecer un esquema de seguridad contra Rusia, “el país más grande del mundo”. Además, dice que el embargo no ha funcionado, porque la UE se ha cerrado a sí misma un mercado de 150 millones de personas. Y añade que las políticas de rearme nos van a llevar a una nueva reedición de las políticas de “austericidio”, reducción de gasto social, empeoramiento de calidad de vida y servicios públicos. Cuando se entere de que la guerra imperialista es una potencia económica que sostiene ese inmenso gasto social europeo a costa del proletariado de los países sometidos, y que la calidad de vida y los servicios públicos europeos están manchados de sangre proletaria, de nuestros hermanos y hermanas sometidas a la virulencia de las potencias capitalistas, entre las que se encuentra la UE, Barrena se convertirá en el mayor defensor de la guerra defensiva, ya antes sostenida por todos los traidores a la causa proletaria.

Nosotros seguiremos en frente, contra Europa, contra la UE y contra la socialdemocracia.